viernes, 25 de agosto de 2017

Dembélé: menos cartera y más cantera / por Juan Manuel Rodríguez




El ansia, el afán por intentar levantarse cuanto antes de la lona tras el crochet de derecha de Neymar, ha llevado a Bartomeu, y por lo tanto al club que preside, a la precipitación, y, precipitado, el Barça ha cometido errores. Por ejemplo, un error gravísimo de imagen. El presidente del Bayern de Múnich, Uli Hoeness, habitualmente muy crítico con el Real Madrid sin motivo, dijo hace cinco días que si el club catalán se encontraba detrás de la rebelión de Dembélé, perdería todo su respeto.


Dembélé: menos cartera y más cantera

Ciento cincuenta de los 222 millones que el Barça ha ingresado a su pesar por el fichaje de Neymar por el PSG se irán para la contratación de Ousmane Dembélé. En lo que casi todo el mundo interpreta como una huída hacia adelante, Bartomeu, recibido en la gala de la Champions celebrada ayer con gritos irónicos de "¡Se queda, se queda!", no tenía más remedio que saltar la banca para seguir sobreviviendo otro rato más y, sabedores de su imperiosa necesidad, los clubes de los jugadores que interesan al Barça lo han estrangulado. Si se confirma el fichaje de Dembélé, si el Dortmund no se echa para atrás o el representante del delantero no pide por el camino otra pequeña "mordida", este chico se convertirá en el fichaje más caro de la historia culé, obviando el hecho de que Neymar costó verdaderamente más aunque ni el preso Rosell ni Bartomeu, autores intelectuales de la contratación del brasileño, vayan a reconocerlo jamás.

El ansia, el afán por intentar levantarse cuanto antes de la lona tras el crochet de derecha de Neymar, ha llevado a Bartomeu, y por lo tanto al club que preside, a la precipitación, y, precipitado, el Barça ha cometido errores. Por ejemplo, un error gravísimo de imagen. El presidente del Bayern de Múnich, Uli Hoeness, habitualmente muy crítico con el Real Madrid sin motivo, dijo hace cinco días que si el club catalán se encontraba detrás de la rebelión de Dembélé, perdería todo su respeto. Naturalmente que el Barça se encuentra detrás de la rebelión del jugador, por supuesto que se encuentra detrás de la huelga de brazos caídos del chico. Como lo estuvo también en la operación de Verrati, que le salió rana, y como lo estará, hasta el último instante supongo, con la de Coutinho.

Tres cosas más a la espera de que se oficialice el fichaje de Dembélé, que por cierto me parece un futbolista muy bueno. La primera es recordar lo que el mejor futbolista del mundo y uno de los diez mejores jugadores de toda la historia,Cristiano Ronaldo, le costó al Real Madrid en 2009: 96 millones de euros, 54 millones de euros menos de los que le va a costar ahora este delantero al Barça. La segunda es traer a colación lo que algunos próceres de la sociedad española, como por ejemplo el arzobispo de Barcelona, Luis Martínez, la monja Lucía Caram o la ex vicepresidenta Elena Salgado, dijeron entonces acerca del fichaje de Cristiano. Y la tercera es constatar la falsedad total y absoluta de un mito culé, el de La Masía como fábrica permanente de talentos sobresalientes y esencialmente baratos al tiempo que el resto de clubes del mundo, mucho más torpes, tiran de cartera. Ante la baja de Neymar, Bartomeu no recurre a la cantera azulgrana, no, sino a la del Stade de Rennes, equipo que le captó cuando sólo tenía 13 años. Vamos, lo mismo de siempre. Una engañifa, oiga.

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