miércoles, 9 de agosto de 2017

Esperpéntico / Por José Mª Jericó


La izquierda radical y en algunos casos la que se muestra más dialogante, en cuanto te descuidas te la clavan y buena muestra de ello es lo que sucedió en Cataluña, ahora Baleares y en lo que estamos viviendo en el día a día en muchos pueblos y ciudades de la Comunidad Valenciana.

Esperpéntico

José Mª Jericó

AplausoS
Resulta el acoso al que someten los “podemitas” y sus socios, todos ellos de variadas castas y pintas, como sucede en las mejores ganaderías, para cargarse la Tauromaquia en todas sus expresiones en el territorio nacional. La izquierda radical y en algunos casos la que se muestra más dialogante, en cuanto te descuidas te la clavan y buena muestra de ello es lo que sucedió en Cataluña, ahora Baleares y en lo que estamos viviendo en el día a día en muchos pueblos y ciudades de la Comunidad Valenciana. Casualidad, no, ni mucho menos. Esto responde al efecto de catalanización que estos territorios españoles están padeciendo desde hace décadas con partidos políticos pro catalanistas que sueñan con la creación de una nación catalana que rompa con más de quinientos años de historia y convivencia de una cultura compartida con el resto de los pueblos de España.

Lo ocurrido en Baleares colma el vaso del ridículo. Sacan una normativa que saben no se puede cumplir. Si la Fundación del Toro no lo remedia o el gobierno de la nación no la anula, mucho me temo que estos grotescos personajes se saldrán con la suya. Son listos y ponen todo tipo de trabas, pues con las leyes en la mano no pueden hacer esto, si es cierto, pero como el Tribunal Constitucional en su sentencia del 20 de octubre de 2016 a pesar de dejar claro que ningún legislador autonómico podía prohibir los festejos taurinos, pero sí reconocía que dentro de la competencia autonómica entra la regulación de las mismas, pues “zas” ahí está su ridícula ley con la que será inviable poder organizar corridas de toros en Baleares a partir de finales de agosto.

Al aficionado le cuesta creer y no entiende como el Gobierno ha podido dejar un resquicio para que se puedan colar y hacer lo que hacen para cargarse la Tauromaquia. Es como dar una de cal y otra de arena, vamos una chapuza en toda regla.

La Ley de “Toros a la Balear” creada con los votos a favor de la izquierda radical balear en la que, en esta ocasión se encuentra el PSIB junto a los radicales de Podemos, Més por Mallorca y Més por Menorca, resulta una ley ridícula y extravagante. Y como dijo D. Ramón del Valle Inclán en su concepción literaria de lo esperpéntico, “personas, cosas o situaciones grotescas y estrafalarias”. España está llena de estos personajes y así nos va.

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