Su esposa Rosario Rodríguez le acaba de hacer a Curro Díaz el mejor regalo de su vida, un niño sano y fuerte que llevará el nombre de Francisco Iván Díaz Rodríguez. Francisco por su padre e Iván por el gran torero de Orduña, último caído en el altar donde se celebra el rito del toreo.
¡Fuerza, Curro!
Paco Mora
Los que conocemos a Curro y por conocerlo lo queremos, sabemos la entrañable importancia que ha tenido para él este niño, que de ahora en adelante será el eje y centro de su vida. Felicidades, Curro, ahora ya no lucharás sólo por tu triunfo sino también por esa familia que has creado.
Su esposa Rosario Rodríguez le acaba de hacer a Curro Díaz el mejor regalo de su vida, un niño sano y fuerte que llevará el nombre de Francisco Iván Díaz Rodríguez. Francisco por su padre e Iván por el gran torero de Orduña, último caído en el altar donde se celebra el rito del toreo. La verdad es que le hacía mucha falta a Curro una alegría que le sacara del tenso ambiente en que se estaba desarrollando para él este comienzo de temporada. El nacimiento de su Currito ha tenido para el torero de Linares un efecto balsámico, que significa “la Fiesta sigue y la vida también continúa”.
Los que conocemos a Curro y por conocerlo lo queremos, sabemos la entrañable importancia que ha tenido para él este niño, que de ahora en adelante será el eje y centro de su vida, y que ha venido a despejar los celajes que han ensombrecido sus últimas actuaciones, que se han traducido en éxitos a base de un esfuerzo sobrehumano. Felicidades, Curro, ahora ya no lucharás sólo por tu triunfo sino también por esa familia que has creado y de la cual tu Currito será eje y centro.
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