jueves, 31 de agosto de 2017

"Una nación no se pierde porque unos la ataquen, sino porque quienes la aman no la defienden"


Cartel de la exposición sobre Blas de Lezo
en el Museo Naval de Madrid

Apodado “mediohombre” debido a las taras físicas sufridas en el fragor de la batalla, nuestro protagonista fue uno de los mejores militares al servicio de la Corona española. Dotado de gran arrojo, valentía y sobre todo inteligencia, protagonizó una de las mayores gestas acaecidas en la Historia militar de España: La defensa de Cartagena de Indias en 1741 frente a la mayor flota de desembarco nunca vista hasta la Segunda Guerra Mundial…


Con 17 años se enroló en la escuadra francesa, y durante la Guerra de Sucesión, quedaría cojo de un cañonazo en la batalla de Vélez Málaga, tuerto a causa de otro en la fortaleza de Santa Catalina, y cuando contaba 26 años, en el asedio a Barcelona recibió un balazo que le dejó manco de por vida.

Finalizada esta guerra, Lezo se destacó por sus servicios a España contra el corso y la piratería en el Caribe, y posteriormente en el Mediterráneo en las campañas contra Génova y Orán. En 1734 fue ascendido a teniente general, y enviado en 1737 a Cartagena de Indias (Colombia) como comandante general.

Los ingleses, tras el incidente de la oreja de Jenkins en abril de 1731, declararon la guerra a España. Inglaterra armó una poderosa flota al mando del Almirante Edward Vernon, con la que se dispusieron a poner cerco a Cartagena de Indias en 1741. Por el contrario, Blas de Lezo no disponía apenas de soldados ni barcos para defender la ciudad.

Defensa de Cartagena de Indias por la escuadra 
de D. Blas de Lezo, Año 1741 (Óleo por Gordillo)

La flota inglesa, contaba con 2.000 cañones dispuestos en 186 barcos, entre navíos de guerra, fragatas, brulotes y buques de transporte, y 23.600 combatientes entre marinos, soldados y esclavos negros macheteros de Jamaica, más 4.000 reclutas de Virginia. Las defensas de Cartagena no pasaban de 3.000 hombres entre tropa regular, milicianos, 600 indios flecheros traídos del interior, más la marinería y tropa de desembarco de los seis únicos navíos de guerra de los que disponía la ciudad: Galicia, que era la nave Capitana, San Felipe, San Carlos, África, Dragón y Conquistador. Blas de Lezo, sin embargo, contaba con la experiencia de 22 batallas. 

El sitio de Cartagena de Indias fue una gran victoria española con una enorme desproporción entre los dos bandos.

Blas de Lezo falleció en la misma plaza que tan valientemente defendió al contraer la peste, enfermedad generada por la gran cantidad de cadáveres (casi todos ingleses) ocasionados por los sucesivos combates.

En la actualidad, la Armada Española le rinde el más grande de los homenajes a un marino en España, pues tiene como tradición el que uno de sus buques de guerra lleve su nombre, actualmente una fragata de la serie Álvaro de Bazán denominada Blas de Lezo (F-103). A pesar de ello, y de sus proezas, Blas de Lezo y Olavarrieta es uno de los grandes desconocidos de la Historia de España.

No hay comentarios:

Publicar un comentario