lunes, 11 de septiembre de 2017

Las Ventas. Oreja de uno de Saltillo para Venegas / por Jorge Guevara-Segarra


José Carlos Venegas paseando la oreja del toro de Saltillo



Con un cuarto de entrada se han lidiado tres toros de Saltillo y tres de Juan Luis Fraile, de distinto juego.

Octavio Chacón, silencio tras aviso y palmas
Pérez Mota, silencio tras aviso y pitos
José Carlos Venegas, oreja y silencio tras aviso.


Oreja de uno de Saltillo para Venegas 

Monumental de Madrid. 10.09.2017 / Fotos: Muriel Feiner
En una tarde algo fresca por la bajada del termómetro, dio inicio el invento “desafío ganadero”, aunque esto no es nuevo en el mundo taurino, pero ni por esas hay más público en los tendidos; para los toristas poco atractivo tenía el llamado “desafío”, debido a las procedencias tan distintas de los toros lidiados en el día de hoy, que para este junta letras no había color. Y para los toreristas era una pena ver deambular por la arena del coso a tres toreros que no son ni fu ni fa y que por unas o por otras razones se han quedado en el camino; el matador que más festejos llevaba, era el gaditano Octavio Chacón que en la temporada anterior se vistió de luces en catorce ocasiones, le seguía su paisano Pérez Mota con ocho festejos y el que menos paseíllos hizo el 2016 era el de Beas de Segura, José Carlos Venegas, que apenas logró hacer el paseíllo en seis ocasiones; pero lo que son las cosas, justamente fue el único espada de la terna que logró cortar un apéndice en la tarde de hoy al tercer bóvido del festejo y que correspondió al hierro de Saltillo.

De los seis toros lidiados, tres de Saltillo y tres de Juan Luis Fraile, el mejorcito de los seis fue el que salió en tercera posición, que fue aplaudido camino del desolladero, también se aplaudió al quinto del mismo hierro y encaste, el primero pitado en el arrastre como así sucedió con el segundo de Fraile, el cuarto del mismo hierro también escuchó pitos cuando el tiro de mulillas se lo llevaron, silencio para el que cerró festejo, resumiendo al final no existió competencia alguna. El peso medio de los seis fue de 520 kilos; aceptables de presentación, bien de armamento, pero de distinto juego en general.

De la terna el único que destacó fue Juan Carlos Venegas que consiguió un trofeo en el primero de su lote, silencio en el sexto. Octavio Chacón, silencio y palmas en su lote y Pérez Mota, silencio y pitos. Destacó el del castoreño Juan Melgar al picar al cuarto y con los garapullos Ángel Otero ante el segundo y Raúl Cervantes en el quinto.

Media verónica de Chacón

El primer cuatreño de la tarde que correspondía a Octavio Chacón, sacó ciertas dificultades aunque humilló. Saludó el de Cádiz con lances a la verónica de forma acompasada, pero con la franela nada hubo destacable por ninguno de los pitones ya que le faltó colocación y quizás algo más de decisión para hacerse con el correoso animal, tampoco dio pie con bola con los aceros. A su segundo, cuarto de la corrida, apenas si lo recogió con el capote, eso sí lo llevó muy bien ante el jamelgo. Estuvo bien en el comienzo de faena, pero con el trapo rojo le faltó asentar las zapatillas en la arena, perdiendo pasos en cada muletazo por ambos pitones, no entendí el porqué de tocarle los costados al burel para cuadrarlo para la suerte de matar. Con la tizona, en el primer embroque un metí-saca, para luego meterle la mano y dejar una estocada entera arriba que fue más que suficiente para que el animal doblara.

Pérez Mota con la izquierda

A Pérez Mota le faltó quietud en los lances de recibo y con la sarga, se dobló bien al inicio de faena, pero allí quedó toda su labor con la muleta, ya que tanto por un pitón como por el otro en cada pase le perdió pasos, lo mejorcito los remates ya sea los de pecho como los forzados. Fue una pena a la hora de la suerte suprema ya que fueron hasta cinco pinchazos antes de dejar una estocada entera algo caída pero que hizo efecto. En su segundo quinto del encierro apenas lo recogió con la capa y con la muleta fuera de rayas con la diestra le perdió pasos consecutivamente, eso sí consiguió naturales largos y bajándole la mano, a más fue por ese pitón, pese a ello hubo protestas de los parroquianos al no estar contentos con su actuación. Un quinario pasó con los aceros, rematando acertadamente con el de cruceta.

Venegas con la diestra

El toro tercero era un toro bajo de hechuras y que fue pronto y bien a la cabalgadura, aunque se dolió en el tercio de banderillas, fue a más en el último tercio, eso lo supo aprovechar José Carlos Venegas, logrando hacer lo mejor del festejo, tanto por el pitón derecho como por el zurdo, que gustaron y llegaron a los tendidos, durante toda su labor estuvo con las zapatillas atornilladas en la arena, rematando bien cada tanda con el de pecho y con los forzados que barrieron los lomos del Saltillo. Certero con la toledana quizás un pelín tendida pero de efecto casi inmediato, todo ello le valió la fuerte petición de trofeo por parte del público y la oreja a manos del de Jaén. El toro que cerró plaza del hierro de Fraile, de salida fue aplaudido, pero silenciado camino del desolladero; del caballo salió de najas, manseó y se dolió en banderillas, nada tenía que ver con el lidiado en tercer lugar. Quizás por agradecimiento con los aficionados que le otorgaron la oreja del primero de su lote, se fue a los medios a brindarlo al respetable; pero luego su labor con la muleta no terminó de romper dada la mansedumbre de su oponente, apenas algún redondo y algún natural de buen trazo, pese a un derrote traicionero, el chaval sacó a relucir valor. Si llega a estar más certero con los aceros las cosas hubiesen tenido otro color. Le hizo falta una media estocada trasera y dos golpes de verduguillo para mandarlo al otro mundo y el resultado fue un silencio para el de Beas de Segura.

La corrida duró dos horas y veinticinco minutos, ya bien entrada la noche y con algo de fresquito camino de nuestras casas. 


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