Y no le llamo “Magno”, porque dicen que aquel, pese a su leyenda, perdía aceite por el cárter y este Alejandro, por el contrario, anda sobrado de bragueta.
Alejandro "El Grande"
AplausoS
Y no le llamo “Magno”, porque dicen que aquel, pese a su leyenda, perdía aceite por el cárter y este Alejandro, por el contrario, anda sobrado de bragueta. El Talavante de este viernes de gloria en la plaza de La Misericordia de Zaragoza ha sido la consagración de aquel novillero que llegó a Madrid y encendió en la afición la ilusión, trufada de esperanza, de haber encontrado un torero distinto y distante de la vulgaridad de tanta pega pases que parecían haber apostado por la cantidad más que por la calidad. La de este Alejandro, ha sido hoy en el ruedo maño la muleta a la vez látigo que somete y guante de seda que acaricia. Y el temple ha sido su divisa y la despaciosidad, la armonía y el valor sereno, seco y sin alharacas, su mensaje de torería sin aditivos ni guiños a la galería. Y su espada, la del Gran Capitán. Soberbia ha sido su tarde. Autentica, completa armoniosa y llena de gracia como el Ave María.
Y eso que “el francés impasible” ha estado en maestro toda la tarde. Y es que Castella también atraviesa un momento de madurez que obliga a tomárselo muy en figura. Sencillamente porque lo es, y también ha cuajado en lo que prometían los terrenos que pisa desde que desembarcó en el ruedo hispánico. Y de Roca Rey… ¡Que se puede decir de este “oro del Perú”, que ha llegado a estas Batuecas para llevarse el que dicen, y seguramente dicen bien, los historiadores, que se trajeron desde allí los conquistadores españoles! Juventud, valor, entrega, hambre de triunfo y las buenas maneras que le ha insuflado ese alquimista, hacedor de toreros, que es José Antonio Campuzano, le han hecho ser el torero más taquillero del momento. Le ha faltado un tris para acompañar al actual conquistador extremeño en su salida en hombros por la puerta grande.
La corrida de Núñez del Cuvillo se ha movido, y la mayor parte de sus componentes, bravos unos y encastados otros y bien presentados todos, han sido el material adecuado para el triunfo. El lote menos propicio, desde luego, el de Castella, pero tampoco han dado el queo. Es de justicia reseñarlo: el encierro de Núñez del Cuvillo ha propiciado una gran tarde de toros en la romana Cesar Augusta. Pero ese Talavante, si la temporada próxima la comienza como termina esta, mandón del toreo habemus. Al tiempo…
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