domingo, 8 de octubre de 2017

Hienas vestidas de blanco con un doble objetivo: dejar a España sin resortes defensivos y servir de coartada a los líderes de la sedición



Lo que pretende este movimiento tramposo, teledirigido por LaSexta como un 15-M redivivo, es contraprogramar las gigantescas manifestaciones que estamos viendo en favor de la unidad de España, fomentar la rendición del Estado, repartir culpas, diluir responsabilidades políticas y penales, exculpar a los líderes de la sedición y servirles de coartada, en nombre del borrón y cuenta nueva.

Enlace relacionado:


Hienas vestidas de blanco con un doble objetivo: dejar a España sin resortes defensivos y servir de coartada a los líderes de la sedición


AR.- En 1808, el pueblo español, ante la cobardía de los poderes del Estado, tomó las riendas de su destino y echó al francés a bastonazos.

En 2017, el pueblo español, ante la cobardía del Gobierno, volvió a tomar el control de la situación, pero en lugar de bastones, esta vez utilizó su libertad para exigir la continuidad histórica de la nación española, en nombre de la dignidad y de las normas más elementales del Estado de Derecho.

Paralelamente proliferan los afrancesados, ese ramillete de viejos conocidos, perejiles de todas las salsas que se cuecen contra España. Los hemos visto hoy, en algunas plazas españolas, vestidos de blanco para camuflar la oscuridad de sus almas. Esas camisetas blancas son terriblemente negras. Pero no nos engañan. Piden que nos rindamos, que ocultemos nuestra bandera, que mantengamos la equidistancia, que negociemos no se sabe qué ni con quién, que nos sentemos en la misma mesa con quienes llevan años minando la convivencia entre catalanes, adoctrinando a los niños en el odio, haciendo escarnio de nuestros símbolos nacionales, transfiriendo los recursos públicos a cuentas andorranas, obligando a las empresas locales a un refugio legal seguro, lejos, bien lejos, del clima de insurrección golpista en las instituciones autonómicas catalanas.

Jaume Roures, dueño de LaSexta
Son los mismos farsantes que tienen entre ceja y ceja la demolición de la casa española común, la mano traidora que mece la cuna del progresismo, los que han apoyado siempre el totalitarismo separatista, los que ayer apelaban a la paz en Irak y hoy respaldan a los generales narcotraficantes y multimillonarios del régimen de Nicolás Maduro, los que piden diálogo con Puigdemont como ayer lo pidieron con los jefes de ETA, los que son manejados por Roures con fines que no se nos escapan, los que abrazan banderas exóticas y renuncian a la propia, los que exigen ser protegidos en Zaragoza por lo mismos policías a los que tanto han difamado estos días. En el fondo lo que más temen es el despertar del sentimiento patriota, libre del poder influyente de las logias y de los roures que en España han sido.


Lo que pretende este movimiento tramposo, teledirigido por LaSexta como un 15-M redivivo, es contraprogramar las gigantescas manifestaciones que estamos viendo en favor de la unidad de España, fomentar la rendición del Estado, repartir culpas, diluir responsabilidades políticas y penales, exculpar a los líderes de la sedición y servirles de coartada, en nombre del borrón y cuenta nueva.

Bajo las proclamas pactistas de esas hienas blanqueadas subyace lo de siempre: la progresía antiespañola, defensora siempre de las peores causas, sustentadas en las mentiras, el relativismo ético, las contradicciones y la corrupción moral. Son y representan una terrible patología social, una plaga de buenismo y demagógicas mentiras, que ha crecido todos estos años porque la sociedad civil española no se ha comprometido en echarles un pulso, en mantener una lucha sin fisuras, eficiente y sistemática contra ellos, como la que mantuvieron millones de compatriotas en tiempos no tan remotos. Entonces les vencimos, y de qué forma. Y hoy es imperio que vuelvan a ser derrotados. Porque somos la razón de que tantos españoles buenos hayan existido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario