LAS LEYES / por Antolín Castro

Las leyes y las sentencias son para cumplirse ¿o no?

Nos dan la razón con lo de Cataluña pero ellos, el tribunal, no dan toros. Así que el consuelo no sirve ni para lamernos las heridas. Claro que aquí hay otros que no dan el paso para que se pueda cumplir el volver a ver toros legales en Barcelona. Al tiempo de poder ver toros se daría en toda la boca a cuantos bocazas se empecinaron en arrinconar la Tauromaquia en Cataluña. 

LAS LEYES

Antolín Castro

España

Las leyes son para cumplirlas, de lo contrario para qué sirven. Las sentencias son para acatarlas, de no ser así a quién sirven. 

Por supuesto que en este tema también incluimos, aunque no es este el sitio para extendernos, de todo lo que ha sucedido, sucede y sucederá con Cataluña. Si el imperio de la Ley no está vigente, lo que nos queda es el caos.

En el tema taurino somos unos ‘privilegiados’ pues el Alto Tribunal Constitucional siempre nos da la razón. Antes con la prohibición de los toros en Cataluña, ahora y más reciente, con el intento de imposición de Baleares para que no haya muerte del toro, deja en suspenso ese intento, dando la razón a los que defendemos la Fiesta Brava en plenitud, en su integridad. Estamos de enhorabuena.

En esto último, Baleares no tiene competencias específicas de protección de animales en su Estatuto de Autonomía. La ley autonómica incumple determinados preceptos de leyes estatales de patrimonio inmaterial y tauromaquia. Blanco y en botella.

Hasta aquí todo muy bien, pero para qué sirve que nos den la razón. Una cosa es predicar y otra dar trigo dice el refranero español y cuán de verdad encierra. Los tribunales cumplen con su deber y se aplican a predicar… pero los tribunales, finalmente, no dan trigo.

Recuerdo que hace años un concesionario de venta de camiones acudió al juez para denunciar que no le pagaban los plazos de uno de los vendidos. Como no podía ser de otro modo dio la razón al vendedor. Pasado un tiempo éste volvió al juez y le dijo: Oiga que sigue sin pagarme los plazos del camión y el juez le contestó: Yo ya le di la razón en la sentencia, otra cosa no puedo hacer.

Algo parecido pasa aquí. Nos dan la razón con lo de Cataluña pero ellos, el tribunal, no dan toros. Así que el consuelo no sirve ni para lamernos las heridas. Claro que aquí hay otros que no dan el paso para que se pueda cumplir el volver a ver toros legales en Barcelona. Al tiempo de poder ver toros se daría en toda la boca a cuantos bocazas se empecinaron en arrinconar la Tauromaquia en Cataluña. 

Las leyes son para cumplirlas pero además de las sentencias a favor alguien tiene la obligación de hacer algo. Claro que también se puede interpretar como leyes el Reglamento Taurino, o los muchos Reglamentos vigentes, y ahí, sin necesidad de gente en contra, nos encontramos con que tampoco se cumple. Curiosamente, en esto último, hay muchos que aplauden. A eso se le llama la ley del embudo… o algo así.