si el Real Madrid acaba firmando un mal año y gana "sólo" Mundial y Supercopas, Zidane presentará su dimisión. No creo siquiera que ponga su cargo a disposición de Florentino Pérez porque eso sería darle una mínima opción al presidente del club, me parece que Zidane optará por entregar su propia cabeza en bandeja de plata. Si, a los tres títulos anteriormente citados, Zidane añade la Copa, la situación será la misma, no cambiará nada. Y si al Real Madrid se le ocurriera ganar su tercera Champions consecutiva, entonces deberemos ir todos con flores a la casa de Zizou.
Florentino, Zizou y lo que yo creo que va a pasar
Para sus detractores Zinedine Zidane no ha dejado nunca de ser un "gestor de egos". Una Champions después lo seguía siendo, dos Champions después lo es, y si el Real Madrid conquistara en Kiev La Decimotercera, cosa que aún está por ver,
lo volvería a ser. Es el modo despreciativo que el sector más petulante y hortera del periodismo deportivo español tiene de dirigirse al entrenador que ha encabezado el mejor año de la historia del mejor club del siglo XX según la FIFA. Es, trasladado al banquillo, aquel "atletas" de Pep Guardiola, otro engreído, dirigido a los futbolistas del Real Madrid que troleaban sobre el terreno de juego a sus trabajadísimos equipos. En las buenas, como hasta hace medio minuto, Zidane ha sido un gestor y no un entrenador de fútbol; en las malas, que ya están aquí, se necesita urgentemente un entrenador, uno que se gaste 500 millones de euros.
Lo que yo creo que va a pasar es lo siguiente: si el Real Madrid acaba firmando un mal año y gana "sólo" Mundial y Supercopas, Zidane presentará su dimisión. No creo siquiera que ponga su cargo a disposición de Florentino Pérez porque eso sería darle una mínima opción al presidente del club, me parece que Zidane optará por entregar su propia cabeza en bandeja de plata. Si, a los tres títulos anteriormente citados, Zidane añade la Copa, la situación será la misma, no cambiará nada. Y si al Real Madrid se le ocurriera ganar su tercera Champions consecutiva, entonces deberemos ir todos con flores a la casa de Zizou. Lo más probable es que, ante una dimisión cerrada, Florentino reaccione no aceptándola y sugiriéndole a su amigo que acepte una serie de incorporaciones al primer equipo: si Zidane acepta seguirá y si Zidane se cierra en banda... habrá que buscar otro entrenador.
Si enfocamos la actual situación del Real Madrid con un primer plano, todo es un desastre: el equipo a 19 puntos del líder de la Liga, más cerca del descenso que de atrapar al Barça. Pero eso es tremendamente injusto.
El Real Madrid viene de vivir 4 años extraordinarios y los dos últimos, los de Zidane, con nota de sobresaliente. No se puede ganar más y la afición (que, curiosamente, ahora reclama a Mourinho) tiene que entender que no se puede ganar siempre.
Es curioso porque los mismos que llevan acusando toda la vida a Florentino Pérez de intervencionista le impelan ahora para que haga comulgar al entrenador francés con las ruedas de Kepa, Alexis o Icardi, cuando está visto que en este momento procesal no los quiere. Quién sabe qué habría sucedido en otras circunstancias pero en las actuales, con el Madrid campeón de todo, Florentino sólo puede esperar, cruzar los dedos y, si la cosa no acaba bien, pegar en junio el (los) estacazo (s) del siglo. Porque, ahora sí, gastarse 160 millones de euros o más por un jugador está bien visto.
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