martes, 2 de enero de 2018

Llega 2018 entre las incógnitas y la esperanza / Taurología



Mientras se mira hacia los propósito de José Tomás, aún por descubrir sus cartas, y hacia las incógnitas de la nueva etapa de Morante, nos metemos en un cambio de año y temporada con el desencanto de la devaluación de la campaña americana, muy lejos de lo que fue, y con el hormigueo de tratar de adivinar que nos esperará en los ruedos españoles. Pasa siempre cuando el invierno entra en su fase final, buscando la primavera, una vez que los recuerdos del año anterior ya han sido suficientemente discutidos por los aficionados. En el horizonte andan los propósitos de Morante y el deseo de que los nuevos se consoliden en los ruedos y en las taquillas. Pero al final, en el fondo de un aficionado siempre se mantiene la esperanza, que hasta que llegue Zaragoza no sabrá si se ha cumplido.

A la espera de las grandes sorpresas, si se dan
Llega 2018 entre las incógnitas y la esperanza

Llega el fin de año, para dar paso a la temporada de 2018, con todas las incógnitas que trae en su seno. Sin duda estamos en una etapa de tránsito, de cuyo buen fin dependen no pocas cosas.  El tradicional comienzo de año siempre nació en las Américas. Hoy, aquella realidad, está cuestionada en su importancia e interés. No hay más que comprobar la diferencia de trato que le dan los medios en comparación con lo que ocurría en los años 50 y 60.                          

En esta dinámica no es pequeña la responsabilidad que nos toca. Por ejemplo, no resulta de recibo que los ganaderos españoles que van a la feria de Acho envíen reses impresentables, como han hecho; la afición espera mucho más de ellos. 

Nos quejamos de las singularidades de las ganaderías americanas, pero cuando se puede dar un buen ejemplo, resulta que se hace lo contrario. Lo peor es que, además, con las nuevas tecnologías de la información cuando se ven los vídeos de aquellas plazas el desencanto es mayúsculo.

Sin embargo, no puede ser bueno para la Tauromaquia en su conjunto que la actividad al otro lado del Atlántico se devalúe hasta el punto de no tener mayor repercusión en los ruedos europeos. Hoy, salvo casos muy especiales, un triunfo en aquella plazas no aporta gran cosa a la carrera de un torero. Sin embargo, no puede ser de otra forma, cuando quienes aparecen como figuras en España aceptan compromisos que en plazas muy de tercer orden. Lo de Hermoso de Mendoza en México, por ejemplo, resulta ya clamoroso,

De hecho, en algunos países hacer las américas bien parece que cumple su principal  papel como segunda oportunidad para toreros que en España tiene poco sitio en los carteles.

Pero así que llegue la primavera, con el habitual avance de Olivenza, ya cambiarán los cantares. Y es que en España el arranque del año siempre tuvo tres compromisos ineludibles: Valencia, Sevilla y Madrid, en los que hay que dar la cara.  Salvo que José Tomás piense lo contrario y decida hacer campaña, aunque sea a su estilo, no cabe esperar más sorpresas que esos fogonazos que en ocasiones nos deslumbran sin previo aviso.

En el aire está la estrategia que quiera seguir Morante, con su temporada, cuyo propósito es dejar pasar Sevilla y Madrid, para comenzar con las ferias de junio y según vayan las cosas apretar más o menos en el grado de compromiso. Una incógnita de esta magnitud dará mas de un quebradero de cabeza a los empresarios.

Valencia seguirá las fórmulas propias de Simón Casas, que taurinamente no le ha ido mal en el Mediterráneo. Más complicado lo tiene Sevilla, en la cuesta abajo de los abonos y sin poder contar, en principio, con Morante para su feria. La Casa Pagés va a tener que echarle mucha imaginación para frenar esa caída persistente. De hecho, hoy es el día en que no circulan ni rumores posibles para el Domingo de Resurrección.


Tanto uno como otro, deberán fiarlo todo a las figuras de las grandes casas, con el punto positivo de la recuperación de Manzanares.  Y a esperar que los nuevos, encabezados por Roca Rey, Ginés Marín y José Garrido, se consoliden como valores al alza.  Pero después de la campaña del pasado año, un nombre a tener en cuenta será el de Román.

Andamios y obras al margen, todo eso pero elevado al cubo nos esperará para San Isidro: un mes de toros programado por la imaginación de Simón Casas. En un serial tan amplio habrá de todo, como es natural. Pero puede ser interesante comprobar, fuera de los eufemismos al uso,  qué conclusiones ha sacado el empresario de su experiencia en el pasado año, en el que no todo fueron parabienes.

Por lo demás, a tenor de lo que se va contratando, cabe esperar pocas novedades en el ámbito ganadero. Todo lleva a pensar que volveremos a estar abocados al predominio del encaste domecq en sus muy variadas versiones. 

Un buen ejemplo encontramos en las trece ganaderias elegidas para el abono de Sevilla: Juan Pedro Domecq; Miura; Victorino Martín; Victoriano del Río; Jandilla; Fermín Bohórquez; Torrestrella; Garcigrande;  Núñez del Cuvillo; El Pilar; Fuente Ymbro; La Palmosilla y Hermanos García Jiménez (Matilla). 

Por lo demás, junto a la indispensable presencia del la ganadería de la A coronada, que fue un prodigio de regularidad, la gran sorpresa de 2017 acabó siendo Rehuelga, pero resulta  que para 2018 tan sólo tiene 1 corrida. Y puede darse por seguro que por razones muy varias se volverá a esa fórmula del desafío ganadero, que no a todos los aficionados les gusta ese 3 y 3 con una procedencia similar. 

Y para comenzar, una mala noticia

Pero en este tránsito de un año a otro, no noticia no que suena bastante mal: la decisión de la Diputación de Zaragoza de dar un subidón al canon de arrendamiento, que ahora se sitúa en un mínimo de 150.000 euros y un máximo de 300.000.

A esta condición acompaña de la obligación de la plica ganadora de un mayor control del precio de la localidades, que pasarán ser los de 2014 más la actualización correspondiente al IPC acumulado, en tanto se primará en la baremación todo lo suponga reducción de precios, hasta tal punto que puntuará igual que la oferta económica.

Completando as condiciones, junto a los festejos tradicionales ya establecidos, se deberán programar tres novilladas con picadores --una más que antes-- y mantener la corrida concurso de ganaderías, con algunos flecos menores.

Hay que recordar que el canon establecido en 2014 era de 30.000 euros. O lo que es lo mismo: de golpe el canon sube cinco veces el establecido en el concurso anterior.

Habrá concursante, sin duda, porque los taurinos primero protestan y luego se presentan a estas subastas. Pero bueno no puede ser para el momento actual de la Fiesta. Sobre todo, si cunde el ejemplo aragonés.

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