Una de las procesiones más esperadas y espectaculares de la ciudad la procesión del Cristo de los Gitanos. Esta larga marcha de 12 horas, celebrada el Miércoles Santo, tiene una ruta muy complicada debido a la empinada subida al Albaicín por la Cuesta del Chapiz y todavía más dura al principio del Camino del Sacromonte, ya que solo hay anchura suficiente para el paso. Hay que destacar el marco que suponen la Alhambra y las candelas que encienden los gitanos del Sacromonte al paso del Cristo, que desde sus jardines le cantan saetas interminables por seguiriyas, martinetes y tonás además de las zambras llenas de duende y devoción que se desarrollan en sus cuevas. También se le acompaña por rumbas, tangos o bulerías hasta casi las 4 de la madrugada, hora en la que termina la procesión en la Abadía del Sacromonte. El espectáculo es digno de ver, y la emoción de la gente en las calles es una experiencia única.
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