jueves, 10 de mayo de 2018

San Isidro 2018. Fijémonos en los detalles / por Antolín Castro




Terminar a esta hora no deja de ser un detalle agradable

Lo primero, aunque no sea importante en lo artístico, es haber terminado cuando se llegaba a las dos horas justas, que son lo máximo que tenía que durar este espectáculo. Cuando no hay gloria no se puede rellenar con aburrimiento. 

FIJÉMONOS EN LOS DETALLES

S.I.-18 Hoy se ha celebrado la primera corrida de toros del largo ciclo y sin ser nada del otro mundo, más bien todo lo contrario, al menos se pueden resaltar algunos detalles que nos ha dejado la tarde.

Una tarde de toros puede ser aburrida, pero el aficionado puede encontrar algo con lo que no irse de vacío para casa. Hoy ha sido un día de esos, en los que te fijas en algunos detalles o estás perdido. Algo, aunque poco, hemos mejorado con relación al festejo inaugural de ayer.

Lo primero, aunque no sea importante en lo artístico, es haber terminado cuando se llegaba a las dos horas justas, que son lo máximo que tenía que durar este espectáculo. Cuando no hay gloria no se puede rellenar con aburrimiento. 

Detalle también, y en el final de la tarde, un tercio de varas como debe ser, al menos mínimamente. Se pusieron de acuerdo, quizá haya algún vínculo familiar, el de La Quinta y el picador Fco. José Quinta y han protagonizado un tercio que le ha permitido al aficionado aplaudir.

No nos vamos a olvidar de los lances a la verónica de Morenito de Aranda en su primero, recibidos con natural satisfacción y generando una ovación cerrada.

Detalles de Juan Bautista en sus toros, si bien sin redondear trasteos. El Cid anda pero no se encuentra. Quiere y no puede y se nota en exceso.

Unos tímidos aplausos tras matar bien Juan Bautista al quinto, será por aquello de La Quinta también, único al que le han dado un espadazo digno.

Hoy los banderilleros han estado en tono menor al de ayer, aunque finalmente ha saludado José Manuel Zamorano en el sexto.

El sexto, de nombre Brioso, ha sido el que ha proporcionado más emoción en los dos primeros tercios; luego no le dejó a Morenito manejar la franela cuando el viento molestaba un poco más.

No quiero olvidarme del pelaje que han lucido los toros, saliéndose de la rutina habitual.

Los tres bordados de la tarde tampoco son muy habituales: Bautista en oro, El Cid en azabache y Morenito en plata.

Ya ven, si te fijas en los detalles puede que la tarde no sea tan plomiza.

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