Las palabras progreso, progresista, progre están de moda- como lo están las palabras democracia y libertad- y todo el mundo que quiere aparentar ser muy inteligente, muy moderno, muy intelectual, muy leído (aunque no sea ninguna de esas cosas, que por otra parte tampoco sabe realmente lo que significan), se autodenomina progresista.
Progreso,
progre, imbécil...
Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
Sentados en
una terraza del maravilloso paseo
marítimo que hizo doña Teófila Martínez, la mejor alcalde que ha tenido Cádiz
desde hace 3000 años, debatíamos en tono distendido, 4 amigos 4, sobre el concepto
"progreso". Como suele ocurrir el debate se fue animando y empezaron a salir nuevos conceptos como
"progresista", "progre", imbécil y otros más, aunque cercanos.
Tras
aproximadamente dos horas y media de amigable debate, llegó la hora de
marcharse a casa para almorzar, y acordamos resumir las conclusiones a que habíamos
llegado, de lo cual se encargó Manuel, catedrático de Física, de Instituto, ya jubilado,
hombre muy equilibrado que tiene la experiencia de haber sido concejal
en el ayuntamiento de Jaén, aunque solo
una legislatura, pues al final de la misma se dio cuenta de que la Política no
era lo suyo y abandonó.
No es que las
mencionadas conclusiones, acordadas por unanimidad, tengan demasiado interés
pero se las voy a contar; a lo mejor les valen como
entretenimiento, al menos:
-Nadie ha
dado una definición satisfactoria del concepto Progreso, tal vez porque no
existe.
-Según la
RAE la palabra Progreso tiene dos acepciones: a) acción de ir hacia adelante;
b) avance, adelanto, perfeccionamiento.
-Tal vez
pueda resultar más adecuado definir el Progreso como, "Desarrollo
continuo, gradual y generalizado de una sociedad en los aspectos económico,
social, moral, científico, cultural, etc.". Pero en cualquiera de las acepciones o definiciones nos
puede ocurrir que vayamos hacia adelante, avancemos, nos desarrollemos, o nos perfeccionemos en uno o varios aspectos, pero al mismo tiempo ello signifique
un retroceso en otros. De ahí la enorme dificultad para definir lo que es el Progreso.
-Lo que si creemos tener claro es que, “no hay
verdadero progreso si no conlleva avance en lo material y en lo espiritual”.
-Progresista
es la persona o partido político que
practica el progresismo, o que dicen ser progresistas, aunque no sepan lo que están diciendo.
-Las
palabras progreso, progresista, progre están de moda- como lo están las
palabras democracia y libertad- y todo el mundo que quiere aparentar ser muy
inteligente, muy moderno, muy intelectual, muy leído (aunque no sea ninguna de esas cosas, que por
otra parte tampoco sabe realmente lo que significan), se autodenomina progresista. Estas personas que presumen
constantemente de progresistas suelen también presumir de feministas, pero
tampoco saben lo que es el feminismo, y menos el machismo, aunque en privado, algunos,
suelen decir que "las feministas
son unas locas insatisfechas". Se lo he oído a más de cuatro.
-La palabra
progre quizás pueda tener un significado ligeramente diferente al progresista.
El progre va más allá, es más extremista
en su comportamiento. Constantemente están haciendo ostentación de su feminismo, de sus avanzadas ideas, suelen ser
descamisados, descorbatados, llevan vaqueros muy rotos, varios pirsin, pelo más bien largo pero
despeinado y sucio. Constantemente están
hablando de derechos humanos, pero nunca
de deberes. Naturalmente todo progre que se precie es animalista y abomina de los toros. Merece mención especial que todos,
progresistas y progres, detectan la
monarquía, pero si se les pregunta ¿qué
países del mundo son los más avanzados? contestarán (sobre todo los
progresistas, porque los otros saben poco de Geografía), que los nórdicos,
Suecia, Dinamarca, Noruega, curiosamente tres países en los que hay una
monarquía. Es el caso de don Pablo Iglesias que es
antimonárquico radical y en más de una ocasión ha alabado a dichos países.
Claro que Iglesias también ensalza a Venezuela y Cuba. Una característica muy
marcada es que tienen gran tendencia a no dar un palo al agua, a criticar a los
Estados Unidos, a los judíos, a los que trabajan duro, a los empresarios de
éxito como don Amancio Ortega, y a
ensalzar al Che Guevara.
Es muy llamativo en ellos ver la paja en el ojo ajeno
y no ver la viga en el propio. Y a los que nos piensan como ellos les
consideran fachas, fascistas, pero no les preguntes que es el fascismo porque
no lo saben, e incluso los más leídos lo
confunden con el nazismo.
Hablando de
todo ello salió, porque tenía que salir, el concepto Imbécil. Según la RAE significa alelado, escaso de razón. Sin embargo el concepto imbécil es
más amplio e incluso hay varios tipos de
imbécil según don Fernando Savater, pero eso merece otra tertulia. Por ahora
quedémonos con lo que nos dice la RAE,
es decir, "escaso de razón", y digamos que, a nuestro entender progresistas y, sobre todo, progres, están
escasos de razón en muchos de sus planteamientos.
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