¿La cuarta de Hogueras? ¡Viva la fiesta! ¿O no?
Triunfalismo ilimitado. Alicante es una hoguera
La Explanada, Paseo de la Explanada, es el centro neurálgico de Alicante. A orilla de la mar. Une la playa del Postiguet con del amarre de los yates, que lucen músculo económico, en la parte sur del Paseo.
Alicante tiene, por contra de Valencia, la mar y la playa en el centro de la ciudad. No está partida en dos, ni física ni sentimentalmente. Alicante nunca renunció a sus orígenes marineros, porque obviamente no podía desgajarse la ciudad en dos mitades sin que ninguna de ellas sintiera el protagonismo de la mar.
Distinto es en Valencia, donde la playa, la mar, no forman parte física ni cultural del centro de la ciudad. Pena, pero así es y ha sido a través de los últimos dos siglos. Pero no toca hablar de Valencia. Alicante es, ahora, foco de atención.
La Explanada, diije y digo, ha sido, y es, el pulso de la ciudad. El termómetro diario de la vida de una urbe donde la mar y sus circunstancias forman parte del sístole y diástole de sus gentes. Se vivirá más al centro, en los arrabales, pero la mentalidad siempre les lleva a los mismos caminos y, en este caso, todos los caminos -como pasa con Roma- llevan al Postiguet o la Explanada.
La Explanada es un muestrario de colores, por las gentes que pululan con objetivos bien diferentes y lo que comercialmente te ofrecen, bien por la vía rápida del boca a boca, bien por los tenderetes rellenos de productos de todo tipo aunque fundamentalmente de elementos playeros. Vive la Explanada y vive, pues, Alicante. De la mano. Sin diferencias sociales, todo lo contrario. Aquí la cercanía con la mar es motivo no solo de orgullo, sino también de élite. Cada cual en la suya, pero élite al fin y al cabo. Las capas sociales se entremezclan en este espacio tan abierto, y solo dejan ventajas y placeres para quienes saben valorar el tesoro que Dios les ha concedido al lado mismo de sus moradas: la mar.
¿La cuarta de Hogueras? ¡Viva la fiesta! ¿O no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario