domingo, 12 de agosto de 2018

Antitaurinismo moderno. Origen y evolución / por Rafael Comino Delgado



Si aquéllos que creemos en el ser humano como persona, en la cultura española, y estamos orgullosos de nuestra cultura occidental, basada en la Filosofía griega, en el Derecho romano y en la Religión cristiana, no nos ponemos serios y actuamos pronto, con inteligencia y energía (siempre dentro de la legalidad), acabarán con la Tauromaquia, con nuestra cultura y con nosotros.

Antitaurinismo moderno. Origen y evolución

Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
Igual que hay un animalismo moderno, cuyo origen y evolución expusimos en artículo anterior, también podemos hablar de un Antitaurinismo moderno, que manifiesta características muy parecidas al animalismo en su desarrollo y en ser agresivo y violento. Al respecto, don Germán Parrado, escritor colombiano, publicó un magnífico artículo en  elalbero.blogspot.com (28-01-2012) sobre este tema.

Trataremos de exponer resumidamente cómo son, o fueron, los hechos a nuestro entender.

Unos acontecimientos concretos en la España de 1940 resultaron cruciales para su posterior desarrollo. 
Ocurrió que una delegación alemana, presidida por Henrich Himmler (destacadísimo nazi, fundador y jefe de la SS, organizador del holocausto judío y uno de los más fieles y eficaces colaboradores de Hitler), vino a España. El  jefe del Estado español invitó a dicha delegación a una corrida de toros en Madrid el día 20 de Octubre de 1940, en la que actuaron Marcial Lalanda, Rafael el Gallo y Pepe Luis Vázquez.  Durante la corrida, la sensibilidad del señor Himmler, que no se había inmutado mientras mandaba torturar y asesinar a millones de seres humanos, no pudo soportar la lidia de un toro y llegó incluso a vomitar. Posteriormente, diría: “Es necesario acabar con la porquería taurina”. Y, pasando a la acción, en el año 1941, donó una fuerte cantidad de dinero a la Sociedad de Amigos de los Animales de Madrid.

Aquello tuvo su repercusión y marca el comienzo de un Antitaurinismo moderno, especialmente salvaje, en España. 

Tras la muerte del General Franco, los antitaurinos acentuaron su actividad en España, especialmente en los últimos 15 años (sobre todo a partir de 2004) con la interrupción de actos culturales taurinos, manifestaciones en la puerta de las plazas de toros, agresiones muy frecuentes cargadas de violencia salvaje. 
Ya en plena democracia, de vez en cuando, algún político de izquierdas o nacionalista catalán hacía, o hace,  una declaración en contra del Toreo. Recuérdese a la ministra Cristina Narbona, José  Borrell, Carod-Rovira, Arturo Mas. Y, más recientemente, Pedro Sánchez,  Pablo Iglesias, Alberto Garzón, Manuela Carmena, etc. En Cataluña se prohibieron los espectáculos taurinos, como todo el mundo sabe, y muchos alcaldes de ciudades han prohibido los toros, o han puesto infinidad de obstáculos para que se celebren. Ellos sabrán las razones, pero tenemos la sospecha de que dichas razones, en muchos casos, son inconfesables.

Todo lo anteriormente expuesto, unido a que los movimientos antitaurinos de España y otros países están recibiendo importantes cantidades de dinero (en muchos casos, asistentes a sus manifestaciones han confesado que estaban pagados), procedentes  del gran negocio, a nivel mundial, que es el animalismo, ha dado lugar a que  actualmente estén muy  fortalecidos y gocen de un auge que nunca antes habían tenido, al menos en nuestro país. Por una parte, disponen de dinero y por otra saben que muchos políticos de izquierdas (PSOE, IU, Podemos, Bildu…) están a su favor, bien por coincidencia ideológica o porque les utilizan para obtener votos; sobre todo esto último. Muchos políticos con poder en Ayuntamientos o Comunidades Autónomas, a veces, aplican la Ley a este respecto de forma un poco sesgada, haciéndola demasiado suave con los antitaurinos,  a los que permiten ir campando por sus respetos, agrediendo, insultando a los aficionados en las puertas de las plazas de toros, interrumpiendo actos culturales taurinos, etc. 

En multitud de ocasiones se les permite manifestarse a las puertas de las plazas de toros los días de corrida, lo cual es un peligro, pues con toda seguridad se encontrarán con los aficionados que han de soportar sus insultos, cuando la ley dice claramente que no pueden manifestarse a menos de 500 metros de la plaza  a la hora de la corrida. En estos casos son los subdelegados del gobierno central los que infringen  la ley. 
Mantienen que su objetivo es abolir la Fiesta de los Toros, pero no nos equivoquemos; eso sólo es una pequeña batalla en su guerra, que tiene como objetivo final la instauración del Veganismo, la abolición de la Libertad, para lo que todo es válido. Empiezan por una misantropía enmascarada aunque real, que les lleva a la humanización de los animales y, a continuación, a la deshumanización de los humanos.

En nuestra España actual, el Antitaurinismo es especialmente virulento desde la época del ex-presidente señor Rodríguez Zapatero, antitaurino declarado, y mucho más aún desde que el partido político "Podemos" irrumpió en el panorama nacional prometiendo, en multitud de ocasiones, que cuando llegue al poder prohibirá los Toros. 

Ahora, con el ascenso a presidente del gobierno de un antitaurino confeso, la situación es peor aún. La ministra de  Transición Ecológica, Teresa Ribera,  se ha reunido con las  presidente  y portavoz del PACMA (partido animalista español), Silvia Barquero y Laura Duarte. Estas últimas han expuesto   a la ministra  una serie de peticiones que, afortunadamente, son un disparate, pues llevan no solo el antitaurinismo  sino todo el animalismo a extremos inaceptables para cualquier persona no descerebrada, por lo que  son imposibles de llevar  la práctica, pues supondría la desaparición de todos los animales domésticos, por lo menos. 

Si aquéllos que creemos en el ser humano como persona, en la cultura española, y estamos orgullosos de nuestra cultura occidental, basada en la Filosofía griega, en el Derecho romano y en la Religión cristiana, no nos ponemos serios y actuamos pronto, con inteligencia y energía (siempre dentro de la legalidad), acabarán con la Tauromaquia, con nuestra cultura y con nosotros.

Empiezan por una misantropía enmascarada pero real, la humanización de los animales, y finalizan como compensación con la deshumanización de los humanos.

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