lunes, 22 de octubre de 2018

ADIOS A PADILLA, JUAN BAUTISTA, ALBERTO AGUILAR Y... TALAVANTE / por Antolín Castro

 
Padilla resurgió en Zaragoza 7 años atrás y en la capital aragonesa dijo adiós.

La rotura de las cadenas de otros, UrdialesDe JustoChacón… cubrirán de seguro todas estas bajas para las empresas, aunque quienes más van a ganar serán los aficionados.


ADIOS A PADILLA, JUAN BAUTISTA, ALBERTO AGUILAR Y... TALAVANTE


  • Muchos adioses y cada uno por distinto motivo y en distintas circunstancias.


El más mediático y sonado ha sido el del jerezano, Juan José Padilla, aunque será en América cuando sea definitivo ese adiós. El más sorprendente el de Alejandro Talavante, también el más escueto, sin dar ninguna explicación.

Con algo de tiempo, no mucho, lo anunció el francés Juan Bautista, quien parece que su posición de empresario del coliseo de Arles le tendrá muy cerca de la barrera.

El más triste, por lo cicatero de las empresas, ha sido el adiós de Alberto Aguilar, un torero que lo ha dado todo en su carrera y al que las empresas le han negado la oportunidad de despedirse de muchas plazas, entre ellas las francesas donde siempre tuvo buen cartel.

Otros diestros menos relevantes, como el aragonés Ricardo Torres, también han tomado esa decisión, pero sus carreras tuvieron poco eco y así ha sido la marcha.

De lo de Padilla ya se ha dicho todo. Tras de su desgraciado percance en Zaragoza de hace siete años, y su abnegada lucha por recuperarse y continuar su carrera, ésta ha sido llevada en volandas por la Casa Matilla, ofreciéndole lo mejor -tratamiento de figura- en estos últimos años. Padilla ha sido un ejemplo de superación personal que a todos nos ha alegrado.

Lo de Talavante tiene otras connotaciones, que aun siendo solo sospechadas, nos muestra el deseo de la independencia para su futuro, lejos de apoderados y empresas influyentes. Siempre los tuvo pero ninguno le colocó en el caché que le correspondía por ser el más destacado de las figuras en la plaza más importante, Madrid, de ahí que haga una pausa para que sea deseada su vuelta y coger él directamente la sartén por el mango.

Lo de Juan Bautista nos parece bien. Una trayectoria muy uniforme y que le ha permitido estar a un buen nivel de exigencia, pero sin que su marcha produzca un gran vacío para las empresas.

Lo peor, lo hemos dicho, lo de Aguilar. La desmemoria ha sido absolutamente injusta para quien lo dio siempre todo ante todo lo que le ponían delante, que no era todo y sí sólo lo más duro. 

La rotura de las cadenas de otros, Urdiales, De Justo, Chacón… cubrirán de seguro todas estas bajas para las empresas, aunque quienes más van a ganar serán los aficionados.

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