miércoles, 3 de octubre de 2018

El corbatín del milagro / por Ricardo Díaz-Manresa



Véanla, véanla, y reflexionen ante esta foto de la grandeza
 y el riesgo del toreo.

Me  impresionó, como a tantas personas, la cogida al entrar a matar de Fortes a un sobrero del Conde de  Mayalde. Primera de abono de la Feria de Otoño de Madrid. Un toro de Madrid y de ganadería no comercial. Paliza impresionante como pocas y con la suerte de no recibir cornadas gravísimas como en otros tantos casos  e incluso cosas peores.

El corbatín del milagro


Vi la corrida en la plaza y sentí el horror como todos espectadores testigos en directo. Y después entera otra vez en la televisión. Y entonces, entre lo cerca que te lo ofrecen y las repeticiones, se queda uno de piedra. Tantos derrotes, tantas volteretas, tanto tiempo a mercedes del toro, de espaldas y de cara, tanto pasar los pitones por el pecho y la barriga, pero hay un  momento que marca el cénit.  De un derrote, el toro le arranca el corbatín. En este caso el corbatín del milagro.

En la plaza sufrimos y nos angustiamos por los derrotes en el cuerpo, pero no percibimos el máximo riesgo que estuvo en el segundo del corbatín.

Vaya momento. Vaya angustia. Vaya foto.

Esto es lo que pasan los toreros, héroes indiscutibles de este momento histórico. El pitón, a  milímetros del cuello, se lleva por delante el corbatín. Rozando una garganta, un cuello y una boca que han llevado a Fortes a percances gravísimos que ha superado total y heroicamente.

La del corbatín es la foto del toreo, la que deben ver todos, la que debe ser publicitada para demostrar muchas cosas, que  todo el mundo valore lo que pasan y superan los toreros, y el peligro constante del toro, sea como sea, y que las nuevas generaciones que desconocen el toreo vean cómo y a lo que se exponen estos humanos vestidos de luces.

Una enorme lección para todos. Que vean el corbatín en el pitón del toro. Y el peligro que sortean los toreros, y a lo que se exponen y las lecciones que nos dan.

Saúl Jiménez Fortes ya sabe lo que es superar percances imposibles y ser muy castigado por lo toros. Esta  vez ha tenido mucha suerte dentro de su mala suerte habitual. Aparte, las lesiones de huesos que sufrió.

Pero la foto hay que verla para que aprendamos. La foto que supera al  torero y a su cogida y se erige en la foto del toreo. Veámosla. Este es el resumen de la parte de la tauromaquia que sostiene el toreo. La otra es la del arte y el triunfo en la lucha.

Véanla, véanla, y reflexionen ante esta foto de la grandeza y el riesgo del toreo.

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