El Juli prefiere que todo siga igual, nada de bombos
Ha sido toda una bomba informativa esos ascos que le ha hecho El Juli a la novedosa manera de añadir interés a las corridas de toros con el bombo. Las comodidades, el confort en el que viven las figuras, les hace vivir en un mundo paralelo -quizá también para lelos-, y de ahí ese rechazo a cualquier intento de mejorar la enquistada situación del ‘sota, caballo y rey’ con el medio toro.
LOS 'BOMBOS' Y LAS 'BOMBAS'
España [ 12/11/2018 ]
Está claro que son dos cosas muy diferentes. Los bombos se asocian a sorteo puro y duro; las bombas, en lo periodístico, vienen a significar que la noticia, la información, es llamativa, extraordinaria, espectacular… como si estallara por sorpresa.
Eso y no otra cosa, sorpresa llamativa, una bomba en toda su extensión, han venido a significar las declaraciones de Julián López ‘El Juli’, precisamente sobre el bombo taurino.
Quien más quien menos, esperábamos que se apuntara sin dudar a un sistema que a nadie mejor que a él beneficia. Tengamos en cuenta su capacidad técnica, su raza, su experiencia… lo que le haría estar en ventaja siempre ante cualquier otro compañero con el que le tocara compartir cartel y ganado.
Su contrastada capacidad le permitiría enfrentarse a cualquier tipo de ganado, en cualquier plaza, máxime si esa plaza es la de Las Ventas de Madrid. Con esos mimbres podría hacer cuantos cestos quisiera y salir airoso del encuentro con otros toreros menos capacitados y en forma que él. El de Velillla, con su paso atrás, pierde la oportunidad de dejar clara su supremacía o, simplemente, que dude de esa su tan reconocida capacidad.
Ha sido toda una bomba informativa esos ascos que le ha hecho El Juli a la novedosa manera de añadir interés a las corridas de toros con el bombo. Las comodidades, el confort en el que viven las figuras, les hace vivir en un mundo paralelo -quizá también para lelos-, y de ahí ese rechazo a cualquier intento de mejorar la enquistada situación del ‘sota, caballo y rey’ con el medio toro.
No parece, vista la reacción del diestro madrileño, que sean capaces de entender que viven en un mundo que tiene los días contados. Aunque a ellos eso les importe un pimiento, salvo que ese pimiento sea del encaste Domecq. Triste realidad la que nos ofrecen.
Esperemos, no obstante, aunque solo sea esperar, que el resto de las figuras den el paso al frente para construir la tauromaquia que exige este momento. Todos los encastes para todos los diestros y todos los carteles abiertos para todos los toreros.
Siempre les quedará Olivenza para seguir viviendo su sueño hecho realidad. Como se lo han ganado es justo que lo mantengan. Eso sí, a ser posible lejos de las plazas de primera, donde los emolumentos no alcancen cifras de centenares de miles, incluso decenas de miles de euros. Las plazas de primera habrían de reservarse para los toreros de primera, calificación muy diferente a la de figuras.
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