martes, 25 de diciembre de 2018

Real Madrid. Buscas en Google "Llorente" y "dunas" y ahí tienes la respuesta a muchas preguntas / Juan Manuel Rodríguez




El milagro de Llorente ha consistido fundamentalmente en no cejar nunca en el empeño y, como le dijo su padre, en continuar trabajando en silencio para así poder tener la conciencia tranquila. 
Buscas en Google "Llorente" y "dunas" y ahí 
tienes la respuesta a muchas preguntas

Una imagen que se ha convertido en viral puede explicar mejor que cualquier otra cosa el repentino, aunque no sorprendente, éxito del futbolista revelación de la primera plantilla del Real Madrid. Escribes en Google "Marcos Llorente" y "dunas" y puedes observar al medio centro merengue corriendo por el desierto de Emiratos Árabes, donde se ha quedado a pasar estas Navidades tras la consecución del séptimo Mundial de clubes. Ojo, no se ha quedado allí a correr sino a pasar unos días de descanso, pero, siguiendo su tónica vital habitual, Marcos no para de cuidarse, de ejercitarse y de prepararse físicamente tampoco durante las vacaciones. Como decía antes, su protagonismo es repentino porque todos le veíamos fuera del Madrid en este mercado invernal, pero no resulta sorprendente puesto que también todos sabíamos que si le daban una oportunidad la iba a aprovechar, como así ha sido.

El milagro de Llorente ha consistido fundamentalmente en no cejar nunca en el empeño y, como le dijo su padre, en continuar trabajando en silencio para así poder tener la conciencia tranquila. Hubo una escena del último Open Media Day, el previo a la consecución de La Decimotercera, que me dejó un poco desconsolado y que habla bien a las claras de lo cruel que resulta a veces el fútbol de élite. En esRadio habíamos pedido entrevistar a Marco Asensio, de quien sólo tengo buenas palabras, mientras que otros medios de comunicación habían elegido a Ramos, Keylor, Marcelo, Cristiano, Isco... A punto de iniciar nuestra entrevista con Marco vi, al fondo, a Marcos vestido de calle, con su mochila a la espalda, solo y sin que nadie le prestara la más mínima atención. Él también ha sabido sobreponerse mentalmente a esa situación... y ha ganado.

El triunfo de Llorente es el fracaso de todos y cada uno de los entrenadores que ha tenido hasta la fecha... aunque con matices. Zidane no vio su potencial pero su fracaso es menor puesto que, al final, Zizou es el entrenador de las tres Champions consecutivas y ese pulso no puede ganárselo nadie; tampoco supo ver Solari el diamante que tenía entre manos, pero el fracaso de Santi también queda reducido a la mínima expresión puesto que, al final, acertó rectificando y acabó poniéndolo. Lopetegui, sin embargo, se estrelló con todo el equipo porque, aún no cosechando resultados y pese a haberle prometido minutos, jamás contempló la posibilidad de probar con Llorente para ver qué tal le iba. Tras seis partidos de cuartelillo, Solari ya tiene recambio para Casemiro. ¿O será Case el sustituto de Llorente? Interesante dilema. Que se lo jueguen ambos en una carrera por las dunas del desierto.

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