martes, 1 de enero de 2019

CALI. Mérito ante la casta decimonónica que cerró el año. Colombo, Flores y Juan de Castilla dieron la cara / por Gonzalo Bienvenida

. CALI (COLOMBIA), 31/12/2018.- El torero venezolano Jesús Enrique Colombo, lidia el toro Motilón de la ganadería Mondoñedo, durante una corrida de toros hoy en Cali, Colombia EFE/ERNESTO GUZMÁN

Así despide Colombia y el mundo su año taurino. Con la esperanza depositada en los toreros jóvenes que llegan arreando y la casta de los toros bravos.


Mérito ante la casta decimonónica
 que cerró el año

  • La terna latinoamericana dio la cara ante una complicada corrida de Mondoñedo


Cali (Colombia) - 1 ENE. 2019
Mondoñedo es la ganadería más emblemática de Colombia. El hierro más antiguo. De comportamiento históricamente temperamental. Legendaria ganadería preservada por la familia Sáenz de Santamaría en Mosquera, muy cerca de Bogotá. El gran aliciente de la última corrida del año eran los toros. Hubo tres toros que llenaron de contenido, importancia e interés lo que sucedió en el ruedo. También hubo tres toros demasiado mansos para lo que se espera de este hierro.

Sergio Flores (que sustituyó a El Payo), Juan de Castilla y Jesús Enrique Colombo fueron los héroes que cortaron una oreja por coleta a la exigente corrida, que estuvo muy bien presentada.
El primero en tocar pelo fue Jesús Enrique Colombo. Los dos primeros toros habían resultado mansotes. El tercero despertó bajo el peto en una buena pelea y mostró codicia en banderillas. Colombo dio espectáculo con los palos, el cuarto par fue el de mayor compositor y pureza. Cuando Colombo encontró el sitio el toro respondió. Fue una exigencia dura pero al mismo tiempo agradecida. Poco a poco Colombo lo fue metiendo en el canasto y el toro respondió con transmisión en la embestida. El venezolano se fajó con él y lo mató por arriba. El sexto, sobrero, fue un tío. Impresionante estampa pero ayuno de raza

Sergio Flores cortó la oreja del cuarto. Otro toro exigente que midió y puso en peligro a las cuadrillas. Sergio Flores estuvo muy firme con él. El toro humilló y tenía mucho que torear. De los que piden el carnet y el mexicano se lo mostró con todas las de la ley. Enterró el estoque en todo lo alto cuando los españoles terminábamos de tomar las últimas uvas. El cambio de año en la madre patria-como dicen por aquí- se celebró con esa meritísima oreja para Flores.

De catafalco y plata fue ataviado Juan de Castilla. El torero colombiano llevaba en los bolsillos de su chaquetilla un pañuelo. Añejo el detalle. Cortó una oreja al quinto de la tarde, otro toro enrazado que no fue fácil. De los de tragar mucho.
El torero paisa mostró valor y determinación para apostar por el toro que terminó dando las embestidas que emocionaron a la afición caleña. Así despide Colombia y el mundo su año taurino. Con la esperanza depositada en los toreros jóvenes que llegan arreando y la casta de los toros bravos.

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