martes, 26 de febrero de 2019

Para botar a estos sinvergüenzas vote como un facha el 28 de abril



Dos bloques ideológicos antagónicos, dos visiones opuestas de la nación, la fractura de España en juego. Tal vez por eso recurre la izquierda a los mantras de siempre para descalificar a sus rivales. Cualquiera que defienda valores y principios tradicionales es tachado de “facha” de forma insistente.

Para botar a estos sinvergüenzas vote 
como un facha el 28 de abril


AD.- El corto mandato de Pedro Sánchez en La Moncloa ha sido suficiente para dar a las elecciones del 28 de abril una dimensión política especial. El 28-A se presenta como una alternativa entre formar una mayoría de cambio patriota o facilitar a la izquierda una nueva oportunidad para experimentar con la unidad de España mediante pactos disolventes con el nacionalismo separatista.

Dos bloques ideológicos antagónicos, dos visiones opuestas de la nación, la fractura de España en juego. Tal vez por eso recurre la izquierda a los mantras de siempre para descalificar a sus rivales. Cualquiera que defienda valores y principios tradicionales es tachado de “facha” de forma insistente. Desactivemos el efecto incendiario del vocablo para defender con orgullo esa condición, empezando por votar como fachas el 28 de abril para botar a sinvergüenzas como los tres de la imagen.

Nada más honorable que nuestra condición de fachas frente a lo que ellos son y representan. Nuestro mayor timbre de gloria es ser llamados fachas por sentirnos españoles y amar sin límites a nuestra Patria.

Votemos como fachas el 28-A para defender el principio de solidaridad entre los territorios de España, y que los más favorecidos tengan que ayudar a las autonomías más deprimidas.

Votemos como fachas el 28-A porque creemos que la administración del dinero público no consiste en el despilfarro, las ayudas personales o las inversiones ruinosas e innecesarias.

Votemos como fachas el 28-A porque creemos en Dios y en la civilización y humanismo cristianos.

Votemos como fachas el 28-A porque defendemos la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos.

Votemos como fachas el 28-A porque creemos en el individualismo y recelamos del colectivismo.

Votemos como fachas el 28-A porque creemos en la igualdad de oportunidades y en la obligación de los poderosos de contribuir al equilibrio de los débiles.

Votemos como fachas el 28-A porque creemos que el futuro de España y de cuarenta millones de españoles no puede continuar en manos de unas minorías antiespañolas y chantajistas.

Votemos como fachas el 28-A porque queremos seguir siendo españoles en cualquier punto de nuestra Patria.

Votemos como fachas el 28-A para que los asesinos no puedan tener más privilegios que las familias de los asesinados.

Votemos como fachas el 28-A porque no queremos la división de España ni el establecimiento de diferencias entre los españoles.

Votemos como fachas el 28-A porque defendemos el derecho a la Vida y la inviolabilidad de nuestras fronteras.

Votemos como fachas el 28-A porque es la hora de decir ‘basta’ al chantaje permanente de los separatistas.

Votemos como fachas el 28-A para que los presos golpistas catalanes no sean indultados, y para que el Estado no pueda establecer acuerdos ni arreglos con quienes han pretendido acabar con ese mismo Estado.

Votemos como fachas el 28-A para que se respete la memoria de nuestros héroes.

Votemos como fachas el 28-A para que ningún representante del Gobierno acuda a una cárcel para negociar los presupuestos nacionales con unos investigados por sedición.

Votemos como fachas el 28-A para poner coto a la entrada de ilegales e impedir que lobbies contrarios a la moral natural sigan ejerciendo el poder en la sombra.

Votemos como fachas el 28-A para acabar con los privilegios económicos y fiscales de vascos y catalanes.

Votemos como fachas el 28-A para que los españoles no tengan que compartir los merecidos frutos de su civilización con los pueblos que nunca hicieron nada.

Votemos como fachas el 28-A para reivindicar con orgullo que somos los hijos de todas esas generaciones que plantaron cara al romano en Numancia, al moro en las Navas de Tolosa, al turco en Lepanto, al holandés en Breda, al emperador azteca en Tlatelolco y Tenochtitlan, al inglés en Cartagena de Indias, al francés en Bailén, al Ejército rojo en Brunete y Krasni Bor.

Votemos como fachas el 28-A para que las provocaciones a los cristianos, los ultrajes a nuestros símbolos nacionales y los actos de blasfemia no queden impunes.

Votemos como fachas el 28-A para frenar el acercamiento de presos de ETA a cárceles vascas.

Votemos como fachas el 28-A para expresar así nuestro hartazgo por los lazos amarillos en los espacios públicos, por los insultos a España, por los mossos que no sirven por igual a todos los catalanes, por los periodistas mercenarios que desinforman deliberadamente, por los docentes que enseñan a los niños a interiorizar el odio a España, por los radicales que han tomado el control de nuestras calles, por los políticos que defienden que el derecho a decidir de dos millones de catalanes debe imponerse al deseo de cuarenta millones de españoles de permanecer unidos.

Votemos como fachas el 28-A porque eso es justamente lo que nunca votarían exterroristas como Arnaldo Otegui, propagandistas tan sectarios como Évole, políticos que hacen honor a su apellido como Rufián, apologistas del bolivarismo como Monedero, indeseables como Dani Mateo y toda esa patulea de inmigracionistas, mundialistas, filoislamistas, animalistas, ultrafeministas, abortistas, ateístas, relativistas, ecologistas, multiculturalistas, perroflautistas, progresistas y gentucistas en sus más diversas y siniestras expresiones.

Votemos como fachas el 28-A para que ningún periodista pueda ser detenido por formular opiniones contrarias al islamismo radical o por denunciar su nociva influencia en sectores de la población española.

Si a una manada de asnos se le pone de fondo una música de Tchaikovsky, lo que perciben es un ruido molesto y entonces su reacción instintiva de protesta consiste en rebuznar. Igualmente, cuando una persona expresa unos valores superiores de dignidad, integridad, fidelidad, decencia, moralidad, rectitud de conceptos y actitudes, existen otras personas que no poseen estos valores, ni los entienden, y ante esta circunstancia, se sienten desconcertadas. De ahí que su respuesta refleja sea llamarnos “fachas”. Pues démosle la razón y votemos como tales el 28 de abril para botarlos a todos ellos

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