Esta chusma que hoy domina el poder podrá negarla e incluso podrá perseguir y eliminar a quienes la defiendan ( La ley de memoria histórica quiere implantar una verdad por ley), pero aun así seguirá siendo verdad, y ellos seguirán siendo lo que han sido toda la vida, seres amorales, indignos, despreciables para toda persona decente.
Es la verdad que yo viví
Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
En este mismo medio, don Fernando del Pino Calvo-Sotelo publicó, el día 27 de febrero de 2019, un artículo, titulado, "La mentira histórica que nos destruye", que deberían no solo leer, sino saberse de memoria, al menos todos los que viven en España y tengan uso de razón, sean extranjeros o españoles; y cuando digo españoles me refiero a hombres y mujeres, pues decir españoles y españolas, como ahora se estila, además de ser gramaticalmente incorrecto es una cursilada progre, una horterada propia de ignorantes.
En dicho artículo se recoge la verdad de lo que ocurrió en el régimen franquista, y se destaca que en el franquismo había una amplia clase media, ahora casi desaparecida, la renta per cápita crecía al ritmo de 6 % anual y ahora al 1,5 %, que el paro se situó en el 4 % frente al 17 % de media en la democracia, y la deuda pública en el 8 % del PIB, cuando ahora es el 100 %. Actualmente España tiene el doble de población, pero el número de funcionarios se ha multiplicado por cuatro, y se pagaban menos de la mitad de impuestos que hoy se pagan.
También se recoge en dicho artículo, que a los 10 años de haber muerto el generalísimo, según una encueta del CIS, dominado por los socialistas, el 70 % de los españoles pensaban que el franquismo había sido positivo para España. Y ello a pesar que desde el primer día de la democracia se empezó a intoxicar, a mentir a los españoles sobre el régimen anterior, con la colaboración de todos los gobiernos, unos por acción y otros por omisión.
Yo mismo oí decir a grandes líderes socialistas, en los años 1977-78, que si Franco se hubiese presentado entonces a unas elecciones totalmente libres y democráticas las hubiera ganado de calle.
En la transición se hizo una ley de amnistía y hubo perdón por ambas partes, con el propósito de vivir en concordia, en democracia y en paz, pero pronto, todo ello fue rompiéndose, empezando por don Felipe González, que hizo cosas buenas (como renunciar al marxismo, rescatado después por su sucesor don José Luis Rodríguez Zapatero, y ahora con el Sr. Sánchez más vigente que nunca), pero también es verdad que trajo la corrupción al por mayor, y que cuando vio que perdía las elecciones saco el "guerracivilismo", luego continuado muy intensamente por el nefasto Zapatero (uno de los políticos que más daño ha hecho, y sigue haciendo, a España, a la democracia y al humanidad), más aun por Sánchez, y naturalmente por el chequista de Vallecas, don Pablo Iglesias; en definitiva por toda la izquierda radical, los separatistas y los proterroristas.
Hoy vivimos en una España totalmente degradada, sin valores, con una corrupción galopante, dividida en dos mitades que se odian, porque el odio lo siembran y lo riegan cada día muchos de los políticos que por desgracia padecemos.
Esa es la verdad, quieran o no quieran, porque yo la he vivido y no me pueden engañar. Y "la verdad es verdad y seguirá siendo verdad aunque todos digan que es mentira". Esta chusma que hoy domina el poder podrá negarla e incluso podrá perseguir y eliminar a quienes la defiendan ( La ley de memoria histórica quiere implantar una verdad por ley), pero aun así seguirá siendo verdad, y ellos seguirán siendo lo que han sido toda la vida, seres amorales, indignos, despreciables para toda persona decente.
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