sábado, 20 de abril de 2019

¿Está en decadencias la Religiosidad? / por Rafael Comino Delgado



"La Religión nunca podrá ser abolida de la naturaleza humana. Cualquier intento en esa dirección conducirá a que aparezcan otras religiones nuevas  a partir  de las antiguas". 

¿Está en decadencias la  Religiosidad?

Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
Podríamos decir que,  "Religiosidad es la cualidad o circunstancia de la persona que tiene creencias religiosas, y en  qué  grado y modo  se presentan en la conciencia y conducta de dicha persona". En  definitiva ser religioso equivale, para nuestro propósito, a ser creyente, creer que hay un ser Creador.

Y en artículo publicado en este mismo medio, bajo el titulo "Instinto religioso", concluíamos que "La Religión nunca podrá ser abolida de la naturaleza humana. Cualquier intento en esa dirección conducirá a que aparezcan otras religiones nuevas  a partir  de las antiguas". 
Pero según prácticamente todas las estadísticas, la Religiosidad está disminuyendo  en general en la población mundial (especialmente en el llamado primer mundo), lo que nos lleva a pensar que la Religiosidad está en decadencia.
Estudios internacionales que recogieron  datos desde  1981 a 2001, de demostraron que  los países con alta religiosidad también tienen una Fe más  fuerte con la Ciencia, como es el caso de  Estados Unidos.

De acuerdo a la encuesta Eurobarometro 225, realizada por Eurostat   en 2005, el 52% de los ciudadanos de la Unión Europea respondieron que «creían en un Dios», mientras que el 27% respondió que «creía que hay alguna clase de espíritu o fuerza vital» y el 18% que «no creía que hubiera ningún espíritu, Dios o fuerza vital» Las mujeres creían en Dios  más que los hombres: 58 % vs 45%. Entre los de 55 años o más creían el 63 %, frente a menos del 50% entre los más jóvenes. Los  que tenían estudios   hasta los 20 años o más, creían en Dios el 45 %, frente al 65 % en los que solo estudiaron hasta los 15 años. No obstante, se observó gran variación entre países, pues  en Malta  creían el 95%,  mientras sólo el 16%  en Estonia. En España el 59 % se declaró creyente y el 18 % ateo.

En Estados Unidos, y según encuesta realizada por Gallup en 2016, en 1944 creía el 96% de la población y en 2016 solo el 86 %.  Algo parecido ocurre en España. En cualquier caso el porcentaje de ateos en el mundo sigue siendo muy  bajo.
Creemos que con los datos  en la mano es una realidad que el número de creyentes en alguna Religión está disminuyendo en el mundo, no obstante, según la información recogida por la CIA World FactBook en 2018,  el 83 % de la población mundial era creyente (practicante o no).

¿Quiere esto decir que la Religiosidad está en decadencia en el mundo? Pues a  primera vista sí, pero nosotros creemos que no exactamente, que es solo una circunstancia derivada de la evolución del mundo. Que es así porque así debe ser de acuerdo a la naturaleza de ser humano, pero con el tiempo la Religiosidad volverá a subir en términos numéricos, y  lo creemos así por las siguientes razones:

1) Los seres humanos somos los más inteligentes de la creación, pero  nuestra inteligencia es limitadísima, lo que condiciona el que vayamos avanzado pero muy lentamente,  y a costa de darnos cabezazos contra paredes que encontramos en el camino. Equivocándonos, teniendo que rectificar una y otra vez.

2) Esto mismo es lo que da lugar a que cuando sabemos algo, de cualquier disciplina, inmediatamente pensamos que ya  lo sabemos todo, que dominamos dicha materia, pero al continuar aprendiendo, cuando ya sabemos  más, nos damos cuenta de  que no era verdad, que no lo sabíamos todo, por el contrario no sabíamos y no sabemos casi nada, pues lo que ignoramos es infinitamente mucho más. René Descartes dijo: "Daria todo lo que se por la mitad de lo que ignoro", y Newton decía que, "lo que sabemos es una gota de agua y lo que ignoramos es el océano". Ambas reflexiones no pueden ser más acertadas.

3) Vamos a citar las reflexiones de tres grandes científicos y pensadores, sobre el tema en debate, que son, a nuestro entender,  muy ilustrativas: "Un poco de filosofía inclina la mente humana hacia el ateísmo, sin embargo profundizar en la filosofía conduce la mente humana hacia la religión."(Francis Bacon);  "Un poco de ciencia aleja de Dios, pero mucha ciencia devuelve a Él" (Louis Pasteur); "El primer trago de la copa de las ciencias naturales te volverá ateo; pero en el fondo de la copa te espera Dios" (Werner Karl Heisenberg, premio Nobel de Física del año 1932). 
Dichas reflexiones dejan claro como el ser humano cuando empieza a conocer algo ya  cree conocerlo todo,  cree dominar el mundo, pero cuando de verdad profundiza en el tema se da cuenta de su pequeñez, de su tremenda insignificancia en el universo y de su enorme ignorancia. En general, los habitantes del mundo, especialmente los de mundo más desarrollado, estamos en esa etapa en que sabemos algo y nos creemos dueños del universo.

4) Es obvio que, en general, la humanidad cada día sabe más  sobre las ciencias naturales.  Cada día sabemos  más del Universo, de sus leyes, de la Biología (Medicina incluida), de Física y de Química, y ello es lo que hace que creamos que ya dominamos el mundo, y en ese mundo que conocemos no encontramos, o no sabemos encontrar,  a Dios, al Dios que nosotros imaginamos, de forma física, y por eso tendemos a pensar que no existe, a ser menos religiosos. Estas deficiencias del ser humano, adecuadamente  manejadas por el populismo ateo  llevan  a las gentes  a pensar que Dios no existe y que no le necesitan. Sin embargo la realidad es la de Descartes y Newton, que no sabemos casi nada.

5) Por otra parte estamos viviendo una época, en ese mundo desarrollado, en que se han perdido los valores morales,  y  la población  se orienta  hacia el mínimo esfuerzo y a pensar que tiene muchos derechos pero no quiere saber nada de deberes, hacia el materialismo y hedonismo sin límites. Y lógicamente  la Religión exige el vivir en dichos valores perdidos, vivir en la virtud, exige una disciplina que no se está  dispuesto a acatar, pues lo fácil es  seguir el camino que  ofrece el populismo ateo, y  decir que no existe Dios y que no se es  creyente, lo cual no conlleva la felicidad sino todo lo contrario; basta observar a nuestro alrededor para ver  lo desesperada e infeliz que  está  la sociedad actual. 
En el siglo IV a. C, ya Aristóteles sentenciaba: "Sólo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego".
En conclusión, al tener algo más conocimientos que hace un siglo, por ejemplo, y al orientarnos al materialismo y hedonismo  lo lógico es que disminuya la religiosidad, pero como decían Bacon, Pasteur y Heisenberg,  con el tiempo, cuando conozcamos más, de nuevo se volverá a la Religiosidad, a darnos cuenta de nuestra pequeñez, y de  que necesitamos del Dios Creador

Arthur Holly Compton, premio Nobel de Física de 1927,  ya advertía  que cuanto más conocemos del universo más se tiende a creer  en Dios,  y que por eso los verdaderos hombres de ciencia son creyentes en su mayoría.  Efectivamente la mayoría de los grandes científicos puros, que saben bastante más que el resto de sociedad, son creyentes, y más del 90 %  de los premios Nobel de Ciencias Naturales (Química, Física y Medicina) fueron o son creyentes (Shalev, B.A., 2003). 

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