La Pasión según San Mateo es, posiblemente, la más grande obra religiosa de la historia de la música: texto y música, fidelidad al relato evangélico, elevada creación poética, piedad…, se unen en ella de manera que no podemos separar ningún aspecto como más sobresaliente.
La segunda esposa de Bach, Ana Magdalena, confiesa en su Diario que su admirado Sebastián -así le llamaba- fue la persona más sensible a los valores religiosos que conoció en su vida, en la que pudo tratar a personas de alta espiritualidad.
De esa profunda y sincera piedad surgieron sus dos inigualables Pasiones: la Pasión según San Juan (1724) y la Pasión según San Mateo (1729).
La Pasión según San Mateo es, posiblemente, la más grande obra religiosa de la historia de la música: texto y música, fidelidad al relato evangélico, elevada creación poética, piedad…, se unen en ella de manera que no podemos separar ningún aspecto como más sobresaliente.
La obra, que lleva el número de catálogo BWV 244, fue compuesta por Bach entre 1727 y 1729 (se desconocen el año exacto y las circunstancias de la composición).
A continuación podéis escuchar un fantástico Audio del programa A la carta, presentado por Sergio Pagán:
“El programa está dedicado por entero a una de las grandes composiciones de Bach, la “Passio D.N.J.C. secundum Matthaeum” BWV 244.
A lo largo de todo nuestro tiempo escucharemos una amplia selección de esta obra en la versión dirigida por J.E.Gardiner.”
La Pasión según San Mateo, representa el sufrimiento y la muerte de Cristo según el evangelio de San Mateo.
Con una duración de más de dos horas y media (en algunas interpretaciones incluso más de tres horas), es la obra más extensa del Bach.
Aunque se relaciona directamente con la música fúnebre para el príncipe Leopold de Anhalt-Cöthen de 1729, se desconoce si la cantata fúnebre sirvió como modelo para la pasión o si la pasión fue el modelo de la cantata (o si existen otros orígenes anteriores).
De cualquier forma, la Pasión según Mateo fue interpretada el 15 de abril de 1729 (Viernes Santo) en la iglesia de Santo Tomás en Leipzig bajo la dirección del compositor, en una representación para la cual Bach no pudo disponer de los recursos idóneos (en un memorándum al Consejo de la ciudad de Leipzig, se quejó de que únicamente 17 de los 54 miembros del coro hubieran estado a la altura).
Memorandum Johann Sebastian Bach
A pesar de que la obra no fue muy estimada en su tiempo por su estilo “operístico”, rechazado en su mayoría por los representantes del Pietismo dentro de la burguesía de Leipzig, Bach revisó algunas de las partes de la obra varias veces, la última de ellas en 1736, en donde incluyó un grupo de continuo con órgano para cada uno de los dos coros.
Tras la muerte de Bach, la obra cayó en el olvido (como, en general, toda la obra del compositor) y no fue hasta 1829 cuando el compositor y director Felix Mendelssohn volvió a interpretarla con la Sing-Akademie de Berlín en una versión abreviada.
La reinterpretación de esta obra dio inicio a un fuerte interés por el estudio y el análisis de las obras de Bach, particularmente las de gran escala, que ha persistido hasta nuestros días.
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