jueves, 16 de mayo de 2019

EN EL 99 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE JOSELITO./ por José María Martínez-Rivero.




“Para que un toro mate mi hijo, tiene que tirarle un cuerno” (Gabriela Ortega, madre de Joselito)

EN EL 99 ANIVERSARIO DE LA MUERTE
 DE JOSELITO.



José María Martínez-Rivero
Mayo de 2019, en Collado Villalba.

Tal era la sapiencia taurina del diestro de Gelves que hasta su madre era consciente de ella. Pero no le tiró un cuerno, el toro Bailaor de la viuda de Ortega, le sorprendió, le empitonó y murió a consecuencia de la tremenda cornada en el estómago. Ingresó cadáver en la enfermería. Parece ser que las últimas palabras del diestro de Gelves fueron: ¡Mascarell, Mascarell...!
Llamando a su médico de confianza.

José Gómez Ortega, Gallito, andando el tiempo Joselito. Nació el 8 de mayo de 1895 en Gelves (Sevilla) en la Huerta de El Algarrobo. Murió por un toro en Talavera de la Reina el día 16 de mayo de 1920. Desde edad temprana destacó su afición por el mundo del toro. Vivió un ambiente puramente taurino, pues, su padre, era el señor Fernando El Gallo, matador de toros. Se considera, por la crítica taurina, el torero más completo de la Tauromaquia. Es famoso el video en el que puede verse a Joselito, poniendo un par al quiebro a un toro en la plaza de Madrid, saliendo andando de la suerte.

Toreó 121 novilladas y 681 corridas de toros. En Lima actuó en 9 festejos en 1919. Estoqueó 1542 toros.

Como gran figura del toreo que fue, actuó con Juan Belmonte El Pasmo de Triana, en 257 tardes. Al lado de su hermano Rafael Gómez, “El Gallo”, lo hizo en 184 corridas. Con la figura del toreo mexicano Rodolfo Gaona, figuró en 139 carteles.

Manuel Rodríguez Manolete, padre del Monstruo de Córdoba, toreó a su lado en 13 tardes. José Flores, Camará en su época de matador de toros – recibió la alternativa de manos de Joselito-, participó en 31 corridas con el diestro de Gelves.

Figura máxima del toreo, no dudaba en actuar en Madrid, plaza de máxima exigencia; lo hizo en 81 tardes. En Barcelona en 64 ocasiones. Entre la Real Maestranza y la Monumental de Sevilla se repartieron las 58 actuaciones en esa capital. Llegó a torear –como dato curioso- en San Martín de Valdeiglesias.

Diestro de gestos y de gestas, actuó como único espada en 25 tardes entre 1911 y 1920. En Madrid –año 1914- mató siete toros de don Vicente Martínez. En Valencia, seis toros de Miura, en 1915. En el año 1917 y en Sevilla, estoqueó seis toros de Carmen de Federico.
Sus actuaciones en Madrid eran apoteósicas.

Compareció entre los años 1913 y 1920 otorgándosele un total de 19 orejas y un rabo, este en la corrida del 10 de octubre de 1918, del toro Zigarrón de Guadalest.

Joselito, era un torero de valor probado, con un conocimiento extraordinario del toro y de los terrenos del mismo, que solo sufrió siete percances, incluido el de Talavera. La cornada más grave fue la que infirió un toro de Benjumea, en Madrid, el primero de mayo de 1919 de 16 centímetros en el muslo izquierdo.

Los novilleros que habrían de pasar al escalafón superior tenían como meta que la alternativa se la diera Joselito. Solo dio 11. Destacamos las de Dominguín, Sánchez Mejías, Camará y Florentino Ballesteros.

Desde 1915 a 1919 encabezó el escalafón. En ese año de 1919 le superó Juan Belmonte con 109 corridas.

Si  Joselito era una de las máximas figuras de la época ¿cómo es posible que se decidiera a actuar en una plaza de tercera categoría como era la de Talavera de Reina?
En el periódico ABC, número 5416, de fecha 18 de mayo de 1920 –archivo del autor-, don Gregorio Corrochano, insigne escrito taurino y maestro de maestros, explicaba, con detalle el porqué:

Como a cerca de esta corrida se ha fantaseado tanto voy a referirlo con todos los detalles que yo conozco, por mi parentesco con los ganaderos. El hijo mayor de la ganadera arrendó la plaza para lidiar sus toros y contrató a Sánchez Mejías...

Como la plaza es pequeña y no tiene defensa para la empresa se pensó en dos toreros de cartel más barato. Yo recomendé a Larita..., Sánchez Mejías recomendó a Paco Madrid, y así quedó pensada la corrida. A nadie se le ocurrió pensar en Joselito, pues al fin y al cabo, era una corrida de pueblo...

Don Leandro Villar, le dijo al Sr. Olmedo –empresario de la plaza-: 
- ¿Porqué no lleva usted a Rafael el Gallo, que daría más cartel a la corrida y lleva una buena temporada? 

- Porque esta plaza no da para tanto, le respondió.
- ¿Me cede usted el negocio y me comprometo a traer a Rafael? 

- De acuerdo.

Y así quedó comprometido – en principio-, el cartel: se lidiarían toros de la Viuda de Ortega por los diestros Rafael el Gallo y Sánchez Mejías. 

Enterado Joselito de este cartel dijo al empresario: 

- ¿Y porqué Rafael y no yo? 

- Porque tú eres muy caro para Talavera. 

- Yo soy el más barato –dijo Gallito- porque soy el de más público.


Entre unas cosas y otras quedó el cartel de la siguiente forma: toros de la Viuda de Ortega para José Gómez, Gallito y Sánchez Mejías. Más le hubiera valido no cambiar el cartel y dejarlo como en principio se confeccionó.

El diestro de Gelves había toreado el 15 de mayo, en Madrid, junto a Juan Belmonte y Sánchez Mejías toros de Medina Garvey y Felipe Salas. La tarde no resultó nada triunfal y se dice que un espectador, indignado, le gritó: ¡Ojalá te mate un toro para Joselito mañana en Talavera!

Los presagios no eran nada favorables al diestro de Gelves pues él mismo comentó que al romperse el botijo del agua donde figuraba su nombre, cuando viajaban en el tren, camino de Talavera, dijo: ¡Se acabó Joselito!
Cierto o no, algo misterioso sucedió.
Cuando España se entera de la muerte de Joselito en Talavera, el mejor de los toreros, el más valiente, el lidiador, el clásico; el asombro es impresionante.


En su libro Cinco lustros de toreo, crónicas y críticas, de ediciones la Fiesta Brava (1933), don José Díaz de Quijano nos relata las horas posteriores a la muerte de Joselito:

Noche trágica del 16 de mayo. Estamos sin prensa, sin noticias concretas de Talavera...
¡Joselito muerto por un toro!
No, no. No es posible. No hay prensa de noche: serán rumores. Acaso una cornada grave...
Y, sin embargo, vamos empapándonos de la atroz realidad, por más que le cerremos todas las puertas del sentimiento.
Nunca se nos podrá borrar de la memoria la alucinación angustiosa de esa noche extraña, inverosímil...
Parece que todo el mundo está hablando en voz baja, como si velara el cadáver con un gran miedo y una gran tristeza en el alma...
¡Joselito muerto por un toro!
¡Ah que cosa absurda! ¡Si no es posible! Pero la realidad, la verdad, va filtrándose en todas las conciencias de manera implacable; la ola negra rueda; la nube negra flota, y avanza y anegan la ciudad de Madrid, de calle en calle de plaza en plaza, repitiendo y repitiendo- lúgubre eco- el suceso sensacional: ¡la muerte de Joselito!
Joselito es ya el pasado. Ayer...
¡Qué abismo!

Don Quijote –seudónimo de Díaz de Quijano-, refiriéndose al toreo de Joselito dejó escrito:

Torero de asimilación, torero no genial, pero el enorme, gigantesco, Joselito- aunque no quieran reconocerlos determinados joselitistas- se está asimilando al toreo rondeño, el de Belmonte; y desde hace un par de años sin perder su personalidad de torero largo, completo y sevillano –de la escuela sevillana- está prodigando el toreo clásico, menudeando faenas como la de Barcelona, que a pesar de ser tan clásica, tan sobria y... belmontina, ha entusiasmado a los gallistas tanto como a mí... a mí.

Que soy belmontista, le faltó añadir.

Esto que dejó plasmado en papel el cronista se refería a la corrida celebrada en Barcelona en 1917 en la que en su crónica tituló: Joselito ha realizado el día de San José la mejor faena de su vida.
Celebramos este 16 de mayo de 2019 el acontecimiento trágico de su muerte a los 99 años de producirse el mismo.  Refiriéndose a esto el genial Juan Belmonte García, en cierta ocasión dijo: En Talavera, en Talavera, fue donde me ganó la partida.

¿Qué quería decir don Juan Belmonte? Nos lo imaginamos.

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