viernes, 28 de junio de 2019

Joao Félix y el equipo del pueblo rico / por Juan Manuel Rodríguez



. El traspaso de Félix del Benfica, que hizo pública ayer la oferta colchonera, al Atleti será el cuarto más caro de la historia por detrás de los consabidos de Neymar del Barcelona al Paris Saint Germain, de Mbappé del Mónaco al PSG y de Coutinho del Liverpool al Barcelona, y superará al de Cristiano del Real Madrid a la Juventus de Turín.

Joao Félix y el equipo del pueblo rico

Como decía el otro día, todo es justificable en el Atlético de Madrid, todo. Y también vale defender una postura y su contraria, la noche y el día, la cara y la cruz. Si se van Lucas, Griezmann, Godín, Juanfran y Rodrigo y Oblak duda del proyecto, da igual, da lo mismo porque esta fuga de cerebros es una ocasión mejor que cualquier otra para resetear el proyecto y empezar desde cero. En el Real Madrid, por poner un caso que me viene a la cabeza, cada movimiento del entrenador es el parto de los montes, que, como sabéis, es una fábula muy breve de Esopo: embarazados, los montes pegan unos gritos terribles fruto del dolor, unos gritos que dan verdadero miedo a quienes los escuchan; sin embargo, después de todo, resulta que los montes paren un pequeño ratón.

 O, traducido al refranero español, mucho ruido y pocas nueces. Pues en el Madrid es lo mismo que en el parto de los montes: ¿Pero cómo van a dejar ir a Llorente? ¿Pero cómo van a dejar ir a Ceballos? ¿Pero cómo no van a recuperar a James? En el Atleti no es así, en el Atleti la cosa es mucho más ligera: ¿Que se va Godín?... Pues es una ocasión inmejorable para fichar, por ejemplo, a Otamendi. Y además Godín ya era muy mayor. ¿Que se marcha Lucas?... Pues es una ocasión fenomenal para traer a otro, el que sea, da igual. Y además Lucas ya era muy joven.

Hoy leía en Twitter a un periodista deportivo objetivo del Atleti diciendo que ya estaba harto de explicar por qué su equipo, el equipo del que él es aficionado, puede gastarse 126 millones de euros en Joao Félix, y que es una cosa que entiende cualquiera que quiera entenderlo y que sepa sumar y restar. Y, como yo quiero entenderlo y, aunque a veces tenga que hacerlo con las manos, aún sé sumar y restar, voy y lo entiendo: el Atlético de Madrid puede gastarse 126 millones de euros en Joao Félix porque los tiene, y los tiene porque prevé que va a ingresar 120 millones por Antoine Griezmann. O sea, por 6 millones más el Atleti ficha a un crío de 19 años, un chaval que ya veremos si explota o se queda en nada, y lo sustituye por el futbolista franquicia del club. Es, por lo tanto, una cuestión económica pura y dura: si, más allá de que la operación suponga un riesgo deportivo evidente puesto que estás apostándolo todo a un niño cuyo aval son seis meses muy buenos con el Benfica, el Atleti paga 126 millones... es evidentemente porque los tiene.

Pero yo creo que eso lo entiende todo el mundo, no hace falta que venga el profesor Ciruela de Twitter con la pizarra. Lo que ya es más complicado de encajar es esa realidad, la de que el Atleti puede invertir 126 millones de euros en un proyecto de extraordinario futbolista porque los tiene, con la afirmación tajante, taxativa, del Cholo Simeone cuando hace sólo un año, en concreto el 23 de julio de 2018, dijo que el Atlético de Madrid no podía gastarse 150 millones de euros en un jugador y que esa imposibilidad les obligaba a ser creativos. La creatividad del Atlético de Madrid del Cholo Simeone, que es el tercer presupuesto de España y el decimotercero de Europa, consiste en sustituir a Griezmann por un chaval de 19 años. El traspaso de Félix del Benfica, que hizo pública ayer la oferta colchonera, al Atleti será el cuarto más caro de la historia por detrás de los consabidos de Neymar del Barcelona al Paris Saint Germain, de Mbappé del Mónaco al PSG y de Coutinho del Liverpool al Barcelona, y superará al de Cristiano del Real Madrid a la Juventus de Turín.

Así que es perfectamente entendible, salvo que no quieras entenderlo, que el Atleti invierta 126 millones de euros en un futbolista: lo hace porque los tiene. Se acabó. Punto final. Pero no es comprensible que, teniendo 126 millones de euros para gastar en un querubín, Simeone siga con su mensaje victimista y de equipo humilde y del pueblo. Porque de pueblo, Cholo, somos todos. Y del pueblo, Cholo, venimos todos. Tú eres de Buenos Aires, que es un pueblo de tres millones de habitantes, y yo soy de Madrid, que es un pueblo con cien mil habitantes más que el tuyo. Y somos del pueblo porque ninguno hemos nacido en una familia millonaria. Pero otra cosa son los clubes: el tuyo, tu equipo, el equipo al que tú entrenas, es un grande de España y de Europa, con un presupuesto de 400 millones de euros por el que matarían el noventa por ciento de los clubes del mundo. Por eso sustituyes a un futbolista hecho que se va pagando 120 millones por otro que está por hacer poniendo 126 encima de la mesa. Tú le llamas creatividad y lo mismo te lo compran, porque a ti te lo compran todo, pero eso se llama poderío, se llama pasta, se llama los tengo y los pongo, se llama los pongo y me lo llevo. Puedes más que los demás y lo demuestras pagando una millonada por un crío. Lo que te deseo es que te salga bien pero... ¿del pueblo? De un pueblo rico, en cualquier caso.

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