La revolución empieza por Marcelo, Modric, Gareth Bale, James Rodríguez -le adoro, pero su comportamiento en las últimas semanas está dejando mucho que desear-, Nacho, Lucas Vázquez e Isco -ciclo acabado en el Real Madrid pese a su infinito talento-. ¿Demasiados nombres? Quizá.
Florentino Pérez y la revolución de 2020
Quillo Barrios
La Galerna - 20 noviembre, 2019
El Real Madrid se encuentra en su mejor momento de la temporada tras varios resultados contundentes y un juego que suena mucho más convincente que aquel con el que nos despertábamos allá por septiembre. Zinedine Zidane está acertando con el bloque, ha dado galones a Fede Valverde y ha descubierto en Rodrygo a un diamante en bruto que puede pulir desde ya. Sin embargo, el aroma de este equipo sigue siendo añejo, suena a 2016, cuando fuimos felices sin saber cómo, por qué y hasta cuándo. Suena a Milán, a Kiev, a Cardiff, a historia en la Copa de Europa. Suena a Marcelo, Modric, Gareth Bale, Benzema, Sergio Ramos. Y en la banda sonora hay ecos para Cristiano Ronaldo o Keylor Navas, por ejemplo.
Ahí es donde tiene que meter el bisturí Florentino Pérez en 2020. Trajo de vuelta a Zidane para tapar la hemorragia y detener la caída libre, pero el año que viene toca despegar de nuevo y sólo se hará si se deja atrás el pasado y sólo se recurre a él para emocionarse. Hay nombres que, por mucho que duelan, deben decir adiós, ya que no aceptarán un rol secundario tras haber sido actores principales en una época dorada.
La revolución empieza por Marcelo, Modric, Gareth Bale, James Rodríguez -le adoro, pero su comportamiento en las últimas semanas está dejando mucho que desear-, Nacho, Lucas Vázquez e Isco -ciclo acabado en el Real Madrid pese a su infinito talento-. ¿Demasiados nombres? Quizá. ¿Que alguno se mantendrá en la primera plantilla blanca? Seguramente. Dicho esto, al enfermo hay que operarlo y no puede ser más tarde de verano de 2020.
Hablamos de un Real Madrid en el que Mendy, Fede Valverde, Odegaard -cuando regrese- y Rodrygo reclaman protagonismo con razón y merecimiento. No brillarán tanto como lo han hecho los anteriormente citados, pero es necesario dejar el pasado atrás. Agradecimiento eterno -no olvidaremos las cuatro de cinco- y a mirar hacia delante, que es la única manera de buscar una nueva hegemonía a corto y medio plazo.
¿Mbappé? ¿Eriksen? ¿Van de Beek? Los que vengan también necesitarán un vestuario con aires nuevos y sin mochilas. En 2019 se trabaja para no seguir cayendo, pero en 2020 hay que hacer una revolución y empezar a volar. ¿Preparado, Florentino?
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