sábado, 9 de noviembre de 2019

México. Morante de la Puebla... / por Luis Cuesta



Es lo que digo yo: Morante de la Puebla.

Morante es uno de los últimos toreros que en la actualidad marcan alguna diferencia, en tiempos donde se habla mucho del temple, del valor, de la técnica; pero… ¿y de la gracia?

Ya lo dijo el maestro Rafael De Paula hace unos años “Gracia torera, actualmente sólo Morante. Toreros con gracia torera en el pasado: Pepe Luis Vázquez“.

Para algunos aficionados Morante es un artista, un genio, pero para otros un farsante. Hemos escuchado hasta la saciedad críticas de todo tipo hacia el torero, por su falta de honestidad y actitud. Críticas con las que compruebo, que grande es la confusión intelectual en el toreo actualmente.

¿Comprender a Morante? Yo preferiría a estas alturas no comprender del todo al artista. Imagínese un mundo en el que la neuroquímica nos explicara en su totalidad por ejemplo a Mozart, tal vez algo se perdería.

México, 08 Noviembre 2019
Algunos toreros tardan toda una vida en definir su concepto, otros, simplemente lo traen en la sangre o lo llevan en el corazón y en las muñecas como en el caso de Morante de la Puebla.

Morante es un paradigma en el toreo actual, una mezcla de torero clásico con toques contemporáneos, un torero de culto y a la vez comercial con un aire de estrella de rock. 

Un artista consumado que busca continuamente crear una nueva obra monumental por las plazas en donde se le contrata, para que de esa manera pueda perpetrar y mantener vigente su legado; pero principalmente para que pueda calmar su espíritu vagabundo.

Morante es sin duda un caso único en el toreo, ya que camina dentro y fuera de las plazas con una legión de fieles que lo siguen con fervor en cada paso que da ante el asombro de muchos que no pueden entender como un torero en estos agitados y convulsos tiempos, pueda todavía despertar tanta admiración y respeto en un mundo tan banal.

Torero para el conocedor… Torero para el principiante que busca algo más y torero para toreros.

Morante representa la libertad e intensidad que todo profesional exitoso quisiera alcanzar en su vida.

Tras un periodo oscuro en la década pasada, su figura se ha revitalizado en la actualidad hasta alcanzar el estado de icono -algo imposible para muchos toreros que aún se encuentran en activo-, además de ser el redentor de aquella generación que pensaba que el toreo había perdido el alma con sus excesivos tecnicismos, poses y se había convertido en una expresión barroca, casi antinatural.

El gran hogar del alma es el camino abierto”, escribió en su libro ‘En el Camino’ Jack Kerouac y por esa vía parece transitar el toreo de Morante, que acumula en su tauromaquia una variedad de épocas y estilos clásicos que sirven para desterrarnos de la desolación; y del dilema ético que asfixia en estos tiempos al toreo moderno.

Para entender mejor su toreo hay que partir de un principio básico: La pureza es la esencia del toreo y cuando ésta se produce bastan tan sólo 20 ó 25 muletazos muy profundos y muy de verdad, para poner una Plaza boca abajo.

Esa pureza es lo que destila Morante con su capote y muleta, cuando logra conectar con algún toro. Una verdad natural que surge porque no sabe torear con trampas, engaños o ventajas; ya que su toreo no admite desahogos.

En la actualidad es difícil de encontrar estos elementos en el toreo, porque a partir del primer muletazo, algunos toreros esconden la pierna de salida. Esa forma de torear, a muchos les permite alargar los muletazos; pero es menos pura. Y la pureza es la esencia máxima del toreo.

En este punto es donde radica el misterio del toreo verdad y es precisamente lo que diferencia a pocos toreros, como bien decía Domingo Ortega: “Dar pases no es torear.”

Este domingo Morante regresa a la Plaza México y tan solo con verlo anunciado pienso en el misterio que produce este hombre cuando se viste de luces. 

Ese misterio que envuelve al toreo y que alguna vez definió Camilo José Cela con una gran frase: “El toreo es un arte misterioso, mitad vicio y mitad ballet”.

Por ésta y algunas otras razones, pienso que es un verdadero lujo coexistir en el mismo tiempo que Morante de la Puebla. Si tiene usted la oportunidad de asistir este domingo a la Plaza México, por favor no deje pasar la oportunidad, seguramente su actuación no lo dejará indiferente.

Es lo que digo yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario