domingo, 19 de enero de 2020

"EL HIJOPUTA NO DESCANSA". Un corto animado contra las corridas de toros compite en los Premios Goya.



“La tauromaquia es algo arcaico, se ha quedado muy atrás. Creo que debería terminar sí o sí, la violencia solo puede generar más violencia. Y no entiendo, además, que se le llame ‘arte’ a torturar y matar a un animal”, asegura Fidalgo.


Un corto animado contra las corridas de toros compite en los Goya

  • Homomaquia’, de David Fidalgo Omil, denuncia el maltrato animal


TOMMASO KOCH
El País, Madrid  ENE / 2020
El hombre avanza incierto en la arena. Su mirada se pierde a su alrededor, en la vana búsqueda de respuestas. Un aullido ensordecedor le golpea desde todos los lados: por más que voltee la cabeza, solo ve cientos de figuras negras que no paran de gritar. No entiende dónde se encuentra, ni cómo acabó allí, pero el lugar le resulta aterrador. Hallar la salida representa una utopía: le rodean únicamente paredes. Está acorralado, en el pleno centro de un enorme estadio. Podría parecerse a un gladiador romano, pero no tiene espada ni yelmo. Su única armadura es su cuerpo desnudo. Se asemeja mucho más, pues, a un toro a punto de ser lidiado. Y esa es precisamente la sensación que pretende transmitir Homomaquia, el corto de animación de David Fidalgo Omil que opta al Goya en la categoría correspondiente. Lo dice su sinopsis: “Presenta un mundo donde los seres humanos son tratados como estos tratan a los animales”. Y lo cuentan, sobre todo, sus imágenes. Apenas 14 minutos de dibujos para meter al hombre en la incómoda piel del toro. E intentar mostrarle qué se siente.

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