La gran empresa ya no conoce a los novilleros, ni se interesa por las novedades. Jamás se acerca a ver a los protagonistas del futuro y, ejemplo de ello, es el exigir el envío de currículum para intentar torear ¡en Sevilla!. ¡Como si fueran a presentarse a la Guardia Civil! ¡O a opositar para Correos!
El despropósito de los currículum de Sevilla…
Paco Cañamero
Glorieta Digital / Salamanca, 29 Enero 2020
Veo al toreo desnortado, con el rumbo perdido y lo peor de todo sin fe en el futuro por parte de un ‘sistema’ caduco y obsoleto que únicamente mira por y para su bolsillo. Las ferias son una sucesión de los mismos con las mismas, con las principales nombres al frente de unas ‘casas’ que entre ellas se lo guisan y se lo comen, sin tener jamás en cuenta la atención del público, quien paga. En esos grupos cerrados es literalmente imposible meter cabeza, además de cortársela al osado que intente sacarla. En esa situación grandes toreros apenas torean y tiene el añadido de no fomentar el futuro con las novilladas. Por eso la Fiesta está atascada y no busquen culpables alrededor.
La gran empresa ya no conoce a los novilleros, ni se interesa por las novedades. Jamás se acerca a ver a los protagonistas del futuro y, ejemplo de ello, es el exigir el envío de currículum para intentar torear ¡en Sevilla!. ¡Como si fueran a presentarse a la Guardia Civil! ¡O a opositar para Correos! Cuando siempre un empresario de Sevilla y su gente conocían a los novilleros que interesaban para hilvanar unos carteles apañados y a la altura de la plaza. Esto está perdido y ocurre en Sevilla, en manos de Ramón Valencia, quien está llevando a La Real Maestranza a las profundidades del desprestigio, tan lejos del esplendor que siempre debió tener.
¿Qué pensaría de ello el viejo Balañá, Manolo Chopera, Emilio Miranda, González Vera, Canorea…? O Baquedano, que en Zaragoza lanzó a Paco Camino. O tantos otros.
Ese ya es el mayor de los ridículos y el claro ejemplo del nulo interés del ‘sistema’ por las bases. Porque jamás se toreó por currículum, sí por méritos y con taurinos que sabían abonar el terreno viendo a los chavales en el campo, en novilladas de pueblos… Pero el problema es que quienes están hoy al frente del ‘sistema’ no son aficionados, ni se preocupan por el futuro; ni les interesa la Fiesta. Solamente quieren el dinero rápido, porque ni ellos mismos confían en el futuro de esta Fiesta. ¡Y es que pedir currículum para torear ya me parece el mayor de los despropósitos!
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