jueves, 12 de marzo de 2020

La corrida del 1 de mayo, de Jean Cocteau / por Enrique Amat




Tras la suspensión, el aplazamiento o lo que al final resulte tanto de la feria taurina de fallas, como la de la Magdalena de Castellón, la francesa de Arles, y lo que pueda venir por culpa de este coronavirus, al aficionado le queda el consuelo de poder refugiarse en la literatura taurina.

La corrida del 1 de mayo, de Jean Cocteau

Estos días, en la Gran Vía Marqués del Turia de Valencia se puede visitar la Feria del libro antiguo y de ocasión. Y si uno bucea en sus casetas, puede encontrar interesantes obras. Una de ellas, es el libro titulado “1 de mayo de 1954”, obra del polifacético escritor francés Jean Cocteau.

Este escritor viajó a España y se aficionó a los toros en una corrida celebrada en Sevilla el 1 de mayo de 1954. En ella el matador de toros madrileño Dámaso Gómez le brindó un toro, y aquello acabó de envenenarle en la fiesta.  Ese baile mortal toro-torero que le deslumbró.

De ahí nace el título de esta obra, que contiene un amplio abanico de reflexiones sobre los toros. Esta incorpora comentarios y estampas sobre la España tradicional de la época. Destacan las páginas tituladas Homenaje a Manolete, un poema con un texto sobre Linares que son un lujo para el lector.

La corrida del 1 de mayo” es, por otra parte, una antología de citas de recuerdo a grandes personajes que han forjado el alma europea, pasados por el tamiz de España. En sus páginas se desarrolla una intensa reflexión sobre España en la que, partiendo de su animal simbólico, el toro, desarrolla el punto de vista de un extranjero que asiste asombrado al espectáculo del país y su fiesta más representativa.

El libro, que se remonta al Minotauro, con esa primitiva lucha entre el hombre y la bestia, analiza asimismo la figura de Don Tancredo, y ve en la fiesta la muerte como esa dama blanca omnipresente que invade todo el desarrollo de un festejo, desde el público hasta la lidia. Y habla de artistas como Dalí, la figura de  Manolete y Federico García Lorca. Con todo, quien se lleva la palma en esta obra es Pablo Ruiz Picasso, ya que en ella Cocteau habla de su amigo,  desgranando la intimidad de su relación y el asombro de ver crecer la genialidad del artista malagueño.

Jean Cocteau, nacido en Maissons Laffite el 5 de julio de 1889,  fue  poeta, novelista, ensayista, dramaturgo, pintor, crítico y cineasta. Vivió y protagonizó la época de las vanguardias en París, participando activamente en todas ellas. Fue el mejor ejemplo de escritor francés inconformista, casi anarquista, esteta y brillante. De esa iconoclastia nacen sus viajes a España en los años cincuenta. La demostración de amistad con toreros e intelectuales como Luis Miguel Dominguín y Luis Escobar  y su culto al toreo, esa fiesta identificada como una de las características de la España racial.

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