miércoles, 22 de abril de 2020

Algo hay que hacer / por Rafael Comino Delgado



El coronavirus está teniendo un impacto negativo en todo el toreo de proporciones incalculables. Negarlo sería no ver la realidad, por lo que se hace necesario, urgente, reaccionar y tomar algunas medidas que puedan paliar dicho impacto, especialmente en aquellos que más lo están acusando.


He leído que Movistar propone la celebración de corridas de toros, en otoño, a puerta cerrada, sin público, y que habrá una reunión con ANOET y la FTL. Podría ser una solución pero particularmente no lo veo viable, pues faltaría uno de los tres pilares fundamentales de la Fiesta: la afición.

Algo hay que hacer

El mundo del toro no estaba atravesando su mejor momento debido a múltiples factores, aunque principalmente debido a los ataques que desde hace años viene recibiendo por parte de los antitaurinos en general, pero sobre todo de los que ocupan cargos políticos.

Ahora el COVID-19 ha venido a agravar más aún la situación y de forma muy severa. Se puede dar por perdida esta temporada, pues va a ser muy difícil que se puedan celebrar algunos espectáculos, tal y como está el panorama.

Ello está teniendo, y tendrá, un impacto negativo en todo el toreo de proporciones incalculables. Negarlo sería no ver la realidad, por lo que se hace necesario, urgente, reaccionar y tomar algunas medidas que puedan paliar dicho impacto, especialmente en aquellos que más lo están acusando.

Todos los colectivos del mundo del toro lo están pasando mal, pero es obvio que algunos más que otros, pues los que por sus características o por las razones que fuere tienen reservas, aunque lo acusen, podrán pasar este desierto y llegar al final con menos cicatrices, o con cicatrices menos severas. Por contra, hay algunos colectivos que lo pasan especialmente mal, pues no tienen reservas, no tienen la despensa llena, y cuando no torean no ingresan, o digamos de forma más general, cuando no hay espectáculos taurinos, ellos no ingresan un solo céntimo, que es lo que les ocurrirá esta temporada.

Otro problema importante es la conexión de los aficionados con el toreo, que no debe perderse. Si se pierde, luego volver a recuperarla no es fácil, especialmente en los no muy aficionados. El ejemplo lo tenemos en aquellas plazas en las que por una mala gestión la afición se retira, deja de acudir a las ferias, y luego lograr que vuelvan es extremadamente difícil. Eso lo saben muy bien los empresarios que se hacen cargo de una plaza en tales circunstancias.

Por todo ello pienso que todos los colectivos (y cuando digo todos, digo todos sin excepción) deben reunirse, hablar, buscar soluciones de urgencia, con dos objetivos básicos, que podrían ser más, pero esos dos son urgentes: ayudar a los que peor lo están pasando; e intentar que la afición no desconecte del toreo.

Creo que para lograrlo lo primero y fundamental es contar con la televisión. Todo pasa por la televisión. He leído que Movistar propone la celebración de corridas de toros, en otoño, a puerta cerrada, sin público, y que habrá (tal vez ya haya tenido lugar) una reunión con ANOET y la Fundación del Toro de Lidia. Podría ser una solución pero particularmente no lo veo viable, pues faltaría uno de los tres pilares fundamentales de la Fiesta, que es la afición o público llenando los tendidos. Podría dar muchos argumentos, pero, insisto, no lo veo claro.

El fútbol es otra cosa. Un partido a puerta cerrada tampoco es deseable, pero lo más importante es el resultado; hay partidarios de dos equipos, cuyo objetivo principal es que su equipo gane. Los toros es otra cosa, es un arte, y lo más importante es ver arte, lo haga quien lo haga. Y el artista necesita el calor del público, oír los olés y los aplausos.

Otra cosa muy diferente sería torear en el campo, en las plazas de tientas, pero televisado, con la lidia comentada por profesionales, tal y como lo hace ahora Movistar en las corridas que retransmite, pero con mucha mayor variedad de comentaristas. Incluso colocándole un micrófono al torero para que, a lo largo de la lidia, pudiese hacer algún comentario, si lo estimara oportuno, que serviría para que los televidentes comprendieran mejor la faena.

He leído que Movistar propone la celebración de corridas de toros, en otoño, a puerta cerrada, sin público, y que habrá una reunión con ANOET y la FTL. Podría ser una solución pero particularmente no lo veo viable, pues faltaría uno de los tres pilares fundamentales de la Fiesta: la afición

También creo que sería muy interesante hacer tertulias taurinas televisadas, con la participación de profesionales del mundo del toro, sobre muy diferentes temas, y desde luego dando la palabra a un amplio abanico de tertulianos, no siempre los mismos o casi los mismos. Se seleccionarían una serie de temas monográficos, interesantes para los aficionados, que los tertulianos desarrollarían. El formato de El Kikirikí nos parece también adecuado para desarrollar esos temas monográficos. Incluso con la posibilidad de que los televidentes pudieran hacer preguntas concretas a los participantes.

Creo que hay multitud de temas que resultarían de gran interés para los aficionados y esta forma de hacer televisión y mantener la conexión de la afición con la Fiesta en general podría resultar atractiva. Me limito a sugerir estas fórmulas, pero seguro que habrá otras muchas, tan interesantes o más que las dadas. Lo importante es ponerlas en marcha.

En definitiva, creo que es muy urgente hacer algo para mantener viva la tauromaquia y la conexión entre el toreo y los aficionados, al mismo tiempo que recaudar algo para paliar en lo posible las dificultades que están pasando algunos colectivos del mundo del toro. Ahí dejo las ideas. En cualquier tema de la vida son muy importantes las buenas ideas, aunque luego hay que desarrollarlas, pero si no se tiene la idea nada hay para llevar a la práctica.

De entrada, pienso que Movistar está interesada en los dos objetivos básicos que sugiero, de hecho, ya ha propuesto dar corridas sin público y como decía, cualquier cosa que se haga necesita de la televisión.

1 comentario:

  1. Sr. Don Rafael: si se plantea que no haya público, ¿como se otorgan las orejas? ¿donde está la soberanía del público? En vez de "todo por la patria"; "todo por la pasta" que es lo que interesa. Sigo sus artículos con interés.
    Josep de la Motta y Rojas, Filósofo y taurino.

    ResponderEliminar