domingo, 17 de mayo de 2020

Es complicado vencer a los socialistas en su grado de ingenio y maldad / Por Javier García Isac

Todo lo que diseñan tiene una finalidad clara: estamos inmersos en un proceso revolucionario en el que, sin necesidad de pegar un solo tiro, están consiguiendo tambalear las estructuras del estado.

Es complicado vencer a los socialistas
 en su grado de ingenio y maldad

JAVIER GARCIA ISAC
El Correo de España - 17 MAYO 2020
Estaba tardando la izquierda en buscar culpables, en sacar balones fuera y en responsabilizar a otros de su pésima y nefasta gestión. La izquierda en general, y muy particularmente el PSOE, es el mago del engaño, la mentira y la tergiversación. Ellos gobiernan y nos venden la apariencia de que son otros los culpables de que España sea el país del mundo con mayor número de muertos por millón de habitantes, su comunidad sanitaria sea la más contagiada y donde peor se están haciendo las cosas para intentar volver a la normalidad.

Más preocupados en su "operación maquillaje" y en la manipulación de las estadísticas para esconder los muertos que su irresponsabilidad y negligencia han provocado, que en salvar vidas. La izquierda y el gobierno, lejos de asumir algún error, sacan pecho, ponen a sus terminales mediáticas a trabajar y a buscar ese chivo expiatorio que tanto necesitan. 

A nadie se le escapa que el modelo autonómico español, que tanto defiende la gran mayoría de la casta parasitaria española, nos hace más débiles e ineficaces en la lucha contra la propagación del coronavirus. Además de ser un modelo insolidario e insostenible, ahora también sirve para que el gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se descargue de culpas y responsabilidades, y qué mejor que hacerlo con la Comunidad Autónoma de Madrid, gobernada por Isabel Díaz Ayuso, quien en las últimas semanas veía aumentar su popularidad,  transmitiendo la imagen y la sensación de ser más eficaz que el propio gobierno de España en su conjunto. 

Isabel Díaz Ayuso y el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida,
 son un tándem en alza frente a Pedro Sánchez y sus secuaces.

Es complicado vencer a los socialistas en su grado de ingenio y maldad. Ponen todos sus recursos en la manipulación de los hechos y, a pesar de que Pedro Sánchez e Iglesias tienen el mando único de este país hace ya más de 60 días, ahora nos intentan vender que es responsabilidad de otros no haber sabido parar la pandemia a tiempo. No hablan de Castilla la Mancha, donde gobiernan ellos y llevan más muertos que en todo Portugal, solo hablan de Madrid y de su presidenta porque saben que, a pesar de todas las trabas y las dificultades, la comunidad madrileña, con su presidenta a la cabeza, lo está haciendo bastante mejor que el inepto gobierno de España.

El PSOE sabe dónde atacar, cómo hacerlo y en qué momento. Lanza cortinas de humo, se esconde detrás de sus mamporreros habituales y luego solicita unidad para con los enterradores. Es innegable que Isabel Díaz Ayuso lo está haciendo bien, muy bien, como también lo es cómo, de forma incomprensible, su partido la ha dejado sola frente a los ataques de la izquierda y sus terminales mediáticas. El Partido Popular ha reaccionado tarde y mal,  quizá porque ven en Díaz Ayuso una competencia inesperada dentro de una organización sin una línea ideológica clara. No quieren versos sueltos y, en su estrategia nacional de salvar el bipartidismo, Díaz Ayuso no encaja.

Todo da mucho asco y repugnancia. Los mismos que han batido todos los récords negativos inimaginables son los encargados de decidir qué territorios van recuperando esa “nueva normalidad” de la que nos hablan. Nos mantienen prisioneros y cautivos en nuestros hogares, con una libertad vigilada, mientras ellos están diseñando una nueva sociedad donde no todos tendremos cabida. El miedo es un arma muy poderosa y la izquierda ha encontrado una herramienta única para tenernos a todos acogotados y sin posibilidad de rechistar y, por si todo esto fuera poco, vendrán como salvadores de una patria que ellos destrozaron, no asumirán nada y nos responsabilizarán a los demás de sus muertes y de la ruina económica del país. Todo lo que diseñan tiene una finalidad clara: estamos inmersos en un proceso revolucionario en el que, sin necesidad de pegar un solo tiro, están consiguiendo tambalear las estructuras del estado.

En eso consiste la “nueva normalidad”, nada volverá a ser como antes porque no les interesa que así sea y, en ese proceso revolucionario, necesitan a tontos útiles que tapen, con sus aplausos y su ignorancia, la negligente actuación de un gobierno que antepone la implantación de su maldito proyecto ideológico a la búsqueda del bienestar y seguridad de los españoles.

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