La complicidad entre Iván Fandiño y su apoderado Nestor García
Es curioso como uno tiene que irse al otro barrio para que de verdad te reconozcan todo lo que lograste en vida. Triste pero real.
VA POR TI LEÓN
Toros de Lidia / 17 junio, 2020
Tres años hace que los aficionados nos quedamos huérfanos y helados simultáneamente al recibir la noticia que nunca esperamos que llegue. Se nos fue un trozo de nuestro corazón al traste esa maldita tarde.
Iván nunca fue el torero más técnico, pues sus dotes eran otros, como su excelso valor; sus grandes cojones para sobreponerse de todas las zancadillas que le iban dando una y otra vez -Tanto por el sistema putrefacto actual como por las figuras existentes en dicho momento- su especial carisma que poseía y esa sonrisa que relumbraba y que arrasaba allá por donde pasaba; que vitalizaba lo que siempre fue y será: un ser especial.
Nos dejaste vacíos de competencia, de rivalidad, de no dejarte ganar la batalla tarde tras tarde en el albero, de torear todo lo que se presentase, sí, de todo, -algo que actualmente brilla por su ausencia-.
Toreaste la tan diversidad de encastes que los aficionados y no tan aficionados reclamamos para dar esa heterogeneidad que la fiesta necesita: Cuadris, Samueles, Palhas, Victorinos, Adolfos, Cebadas, Parladés, Miuras, Pablos Romeros, Peñajaras, FuenteYmbros y un sinfín de ganaderías bravas de nuestro campo. Que por cierto, algunas “figuras” no han toreado ni un pitón ni de becerristas. No hacías asco a nada y eso el aficionado lo valoraba como nadie.
Por eso mismamente, ciertas “figuras” y porciones de la prensa, cuyos nombres no voy a dar -porque todos sabemos ya quiénes son- te veían con recelo. Porque eras alguien libre, independiente del sistema, que ibas con tu amigo del alma y apoderado, Néstor García; muchos del sistema, observaban con peligro que llegase alguien que pudiese romper todos esos intereses/tejemanejes que se llevaban a cabo. Y más si osabas atacarlo, como fue el tan famoso 29M, con el que te encerraste con 6 toros de las duras, que no diste ápice para que ni siquiera dudasen de ti y ahí demuestra parte de tu grandeza. Pudiendo encerrarte con las denominadas “comerciales”, te encerraste con lo que demandaba la afición. Y lo pagaste caro, pues tal día no salió como todos esperábamos. Era la tarde idónea para cambiar el rumbo de la tauromaquia moderna, pero salió como salió: Muy decepcionante.
Después de ese gran revés ya nada fue igual y todo fue en picado, la afición no te valoró en vida todas las hazañas y esfuerzos que realizaste. Y poco a poco en cada tarde te medían de un modo desmesurado e intransigente. Es curioso como uno tiene que irse al otro barrio para que de verdad te reconozcan todo lo que lograste en vida. Triste pero real.
Sólo me queda darte las gracias por ser un ejemplo de superación para todos. El 17 de junio de 2017 en Aire-sur-l’Adour murió el hombre, pero nació la LEYENDA.
Los aficionados siempre te recordaremos. Échanos un capote desde el cielo que nos hace más falta que nunca.
Por Damián Bonilla Arenas
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