jueves, 9 de julio de 2020

Se autodenominan progresistas, pero son regresistas / por Rafael Comino Delgado


Pero bueno, lo de Progreso, Progresista, Progre, es típico de la izquierda radical, siempre lo ha sido, porque suena bien y sirve para engañar a mucha gente. La izquierda radical siempre ha vivido del engaño, es el engaño, la falsedad, la mentira en su estado más puro.


Se autodenominan progresistas, pero son regresistas

Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
Al actual gobierno socialcomunista se le llena la boca diciendo que son un “gobierno de progreso, progresista”.Lo vienen repitiendo desde antes de alcanzar la Moncloa, cuando no saben ni siquiera lo que es el progresismo, pues para ser sinceros este es el gobierno intelectualmente más mediocre, no desde la democracia sino desde hace, tal vez, siglos. Analicen uno por uno los  vicepresidentes,  los ministros, empezando por Dª Carmen Calvo (de pena), sigan por don Pablo Iglesias, que solo ha leído a Carlos Marx y el decálogo de Lenin para hacerse con el poder, y tras ellos a sujetos como don José Luís Ábalos iletrado y ágrafo total, Dª Irene Montero, la portavoza, Dª Yolanda Diaz, analfabeta funcional, etc. En los aledaños del gobierno tenemos a la Sra. Lastra, el paradigma de la incultura, la que confunde el “gato Félix” con el “ave Fénix”. ¡Para que vamos a seguir! 
Por lo que se refiere a los conceptos ética y dignidad, se podría decir que en este gobierno son desconocidos, y por tanto, no se practican.
Pero eso sí, todos cobran sueldazos; todos saben contar los miles de euros que cada año ingresan en sus cuentas, de forma transparente y menos transparente.

Pero bueno, lo de Progreso, Progresista, Progre, es típico de la izquierda radical, siempre lo ha sido, porque suena bien y sirve para engañar a mucha gente. La izquierda radical siempre ha vivido del engaño, es el engaño, la falsedad, la mentira en su estado más puro.
Que yo sepa, nadie ha conseguido hacer una definición exacta de lo que es el Progreso, y todas las personas inteligentes y sensatas que han abordado el tema han concluido que es algo ambiguo, que utiliza la izquierda para engañar a sus votantes, generalmente bastante ignorantes, pues de lo contrario no les votarían. Me pueden decir que estoy ofendiendo a los votantes de izquierda radical, pero no es que lo diga yo, es que lo dicen personas de reputado prestigio e inteligencia. Eso es así, quiérase o no se quiera. Recuerdese la reflexión del sabio griego Anaxágoras, “Si me engañas una vez, tuya es la culpa; si me engañas dos, es mía”

Así pues, continuando con nuestro discurso, nadie ha dado una definición satisfactoria del concepto Progreso, tal vez porque no existe. 
-Según la RAE la palabra Progreso tiene dos acepciones: a) acción de ir hacia adelante; b) avance, adelanto, perfeccionamiento.  

-Tal vez pueda resultar más adecuado definir el Progreso como, "Desarrollo continuo, gradual y generalizado de una sociedad en los aspectos económico, social, moral, científico, cultural, etc.". Pero en cualquiera de las acepciones o definiciones nos puede ocurrir que vayamos hacia adelante, avancemos, nos desarrollemos, o nos perfeccionemos en uno o varios aspectos, pero al mismo tiempo ello signifique un retroceso en otros. De ahí la enorme dificultad para definir lo que es el Progreso.

 -Lo que sí creemos tener claro es que, “no hay verdadero progreso si no conlleva avance en lo material y en lo espiritual”.

-Y progresista es la persona o partido político que practica el progresismo, o que dicen ser progresistas, aunque no sepan lo que están diciendo.

-Las palabras progreso, progresista, progre están de moda- como lo están las palabras democracia y libertad- y todo el mundo que quiere aparentar ser muy inteligente, muy moderno, muy intelectual, muy leído (aunque no sea ninguna de esas cosas, que por otra parte tampoco sabe realmente lo que significan), se autodenomina progresista. Estas personas que presumen constantemente de progresistas suelen también presumir de feministas, pero tampoco saben lo que es el feminismo, y menos el machismo, aunque en privado, algunos, suelen decir que, "las feministas son unas locas insatisfechas". Se lo he oído a más de cuatro.  


Ninguna persona inteligente, con una buena formación, en pleno siglo XXI puede votar a la izquierda radical, es decir, a los que dicen ser progresistas, sencillamente porque ha fracasado en el mundo siempre que ha estado en el poder. ¡No algunas veces, no, siempre! 

Y digo fracasado por emplear una palabra suave, pues la realidad es que ha llevado a los pueblos a la miseria, a pobreza extrema, a la muerte finalmente. La izquierda radical es una ideología simplemente criminal. ¡Sí, criminal!, porque te roba tu mente, tu alma (impidiéndote pensar), luego te roba tus bienes, y si disientes te roba la vida, es decir, te mata. Ello llevó a don Salvador Sostres a decir que, “la izquierda nos desactiva como personas y nos vuelve masa amorfa y acrítica” y a Winston Churchill a exclamar, en tiempos de la URSS, “En Rusia, un hombre es llamado reaccionario si protesta porque le roben su propiedad y su mujer e hijos sean asesinados”.



El filósofo colombiano, don Nicolás Gómez Dávila se ha ocupado, en diversas ocasiones, de “El Progresismo”, para concluir finalmente, por ejemplo: “Dudar del Progreso es el único Progreso”; “Es cosa sabida que la fe en el progreso caracteriza al imbécil”; “Todo progreso acarrea regreso simétrico”.

Naturalmente todo progresista o progre que se precie es animalista y abomina de los toros. Debemos destacar que todos los  progresistas detectan la monarquía, pero si se les pregunta, ¿qué países del mundo son los más avanzados? contestarán que los nórdicos, Suecia, Dinamarca, Noruega; curiosamente tres países en los que hay una monarquía.  Es el caso de don Pablo Iglesias que es antimonárquico radical y en más de una ocasión ha alabado a dichos países. Claro que Iglesias también ensalza a Venezuela y Cuba. 


Una característica muy marcada es que tienen gran tendencia a no dar un palo al agua, a criticar a los Estados Unidos, a los judíos, a los que trabajan duro, a los empresarios de éxito como don Amancio Ortega, y a ensalzar al criminal Che Guevara, aunque no saben quién fue.
Como decíamos es muy difícil encontrar una definición exacta de lo que es el Progreso, si bien, leyendo sobre el tema hemos encontrado algunos artículos que profundizan en ello, y si no concretan una definición si exponen muchas características que le definen.

Pero por fin hemos encontrado una definición de progresista que nos parece perfecta, o la más acertada que conocemos, y se debe a Dª Martha Hildebrandt Pérez-Triviño, lingüista y expresidente del Congreso en Perú. Dice así:
Progresista: Fracasado que gusta culpar de sus miserias al sistema y procura que los demás reconozcan sus méritos como "luchador social", predicando a favor de lo que llama "justicia social", que, en el fondo, consiste en que unos vivan a expensas de los demás, utilizando al Estado como cómplice. Se le puede ver predicando su ideología en ONGs y organismos públicos, nacionales e internacionales, donde solucionan todos sus problemas desde sus escritorios con magníficos artículos llenos de palabritas como "articular", "visibilizar", "empoderar", "desigualdad"... y destrozan el lenguaje con modismos sexistas como "ciudadanos y ciudadanas". Son argolleros y gustan de hacerse pasar por intelectuales. Se les conoce también como "parásitos sociales".

El termino justicia social es muy empleado por ellos, les gusta mucho, lo cual es lógico, pues como también dice don Nicolás Gómez Dávila, “Social es el adjetivo que sirve de pretexto para todas la estafas”. 
Hace unos meses don Santiago Abascal, presidente de VOX, acudió a TV, al programa “el Hormiguero”, donde fue entrevistado, y allí  dió una definición  de progre, bastante escueta y acertada: “Progres son gentes de izquierdas que se arrogan superioridad moral, y constantemente están diciéndonos lo que tenemos que pensar y hacer”.

Creemos que si tenemos en cuenta la definición de Progresista dada por Dª Martha Hildebrandt Pérez-Triviño, la de Progre dada por don Santiago Abascal y añadimos la reflexión de Gómez Dávila (“Es cosa sabida que la fe en el progreso caracteriza al imbécil”), tendremos una idea bastante clara de lo que es el Progresismo y los progresistas. Desde luego, hay que destacar, de forma especial: 

a)Su tendencia irrefrenable a vivir a costa de los demás; es decir, a no servir para nada, a pedir muchos derechos, sin deberes; b)El enriquecimiento de sus líderes y el empobrecimiento de quienes les votaron.

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