viernes, 3 de julio de 2020

Somos taurinos y pedimos… / por Rafael Comino Delgado

“Somos taurinos y pedimos respeto, justicia y libertad”. Pedimos respeto igual que nosotros respetamos; justicia, es decir, que se nos trate como a otras artes; y libertad para torear y ver toros. Para ejercer esta actividad artística libremente. 

Somos taurinos y pedimos…

Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
Los antitaurinos radicales pusieron de moda el eslogan, “La Tauromaquia no es cultura, es tortura”, lo cual es falso y expresión de ignorancia supina. Es un eslogan para engañar a ignorantes, incultos, aunque quien la ideó probablemente no conoce el concepto de cultura, de tortura, ni de inculto, aun siéndolo, pues decir que la Tauromaquia no es cultura es declarar que se es un inculto.
Últimamente, en los paseos taurinos, se ha visto con frecuencia una pancarta en la que se podía leer “La Tauromaquia es Cultura”, o “Somos cultura”. Estas frases son verdaderas, pero solo repiten lo obvio; algo así como si dijéramos, “el calor calienta”, o “la comida alimenta”. A mi particularmente no son las que más me gustan, porque nosotros debemos llevar pancartas que digan la verdad, para personas normales, inteligentes. Explicaré esta opinión.

Existen varias definiciones de Cultura, si bien nos vamos a quedar con dos: a)La dada por la UNESCO en 1996: “Cultura es el conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o grupo social. Ello engloba, además de las Artes y Letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias”; b)La dada en el diccionario de la RAE:  “El conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico. / Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social”.

Para la RAE, pues, Cultura es el conjunto de conocimientos, sobre algo, que permiten emitir un juicio crítico sobre el tema. Por ejemplo, imagínense un abogado que tiene conocimientos sobre nutrición saludable, simplemente porque le gusta el tema, ha leído libros sobre ello, y tiene conocimientos para hablar con cierta autoridad, aunque no sea su profesión. Pues eso es cultura, ese abogado es culto en el tema nutrición. Igualmente se podría decir de toda persona que tenga conocimientos sobre cualquier tema que no sea su profesión. Cuantos más conocimientos se tengan, sea sobre Ciencias, Letras, Artes, Política, Religión, etc., más culto se será.

Pero es que además en ambas definiciones se dice, con toda claridad, que las tradiciones y costumbres de una sociedad o pueblo son cultura de ese pueblo. 

En algunos países, especialmente africanos, se tiene por tradición y costumbre la ablación del clítoris a las niñas, o vender las hijas, siendo aún niñas, antes incluso de la Pubertad, al mejor postor, por poner solo dos ejemplos, y eso es cultura de ese país, pueblo o sociedad, aunque a nosotros nos parezca una aberración, una barbaridad, pero es su cultura. 

La Tauromaquia es tradición y costumbre de España y otros países desde hace siglos; incluso es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de España, por tanto, entra de pleno en el concepto de Cultura. Solo puede negar esto alguien que sea ignorante, que desconozca el concepto de Cultura. Así pues, si los antitaurinos radicales lo niegan son ignorantes, incultos, por muchas manifestaciones que hagan, por mucho que se pinten con sangre, por mucho que griten, que vociferen, que nos insulten, e incluso agredan al que va los toros. El filósofo colombiano, don Nicolás Gómez Dávila, decía, “basta mirar al que nos insulta para sabernos vengados”. Esta reflexión creemos se cumple rigurosamente en el caso de los antitaurinos radicales. ¡A buen entendedor pocas palabras bastan!

¡Son ignorantes, y desde luego trastornados mentales, porque hay que estar muy desequilibrado mentalmente para colocar a los animales irracionales al mismo nivel, incluso superior, a los humanos, como ellos hacen! Podrán decir que la Tauromaquia es una aberración, una barbarie (y de hecho lo dicen), y seria respetable porque es su opinión, pero lo que no pueden decir es que no es Cultura, y si lo dicen demuestran su ignorancia. A propósito de ello, don Fernando Savater, catedrático de Ética dice que, “la barbarie no consiste en tratar con inhumanidad a los animales, sino en no distinguir el trato que debe a los humanos y que puede darse a los animales”.

Por definición Tortura es, según la Asamblea Médica Mundial de Tokio, celebrada en 1975, "El sufrimiento físico o mental infligido en forma deliberada, sistemática o caprichosa, por una o más personas, actuando sola o bajo las órdenes de cualquier autoridad, con el fin de forzar a otra persona a dar información o hacerla confesar por cualquier otra razón." Es muy parecida a la dada por la ONU en 1975 y también a la recogida por del diccionario jurídico español. En esta definición hay algo implícito, muy importante, y es que al torturado no se le permite defenderse. Por tanto, no es necesario ser muy culto, o muy inteligente, para entender que la Tauromaquia no es tortura. De nuevo podemos afirmar que quien lo diga es un ignorante, un inculto y miente. Pero es que ya sabemos, la ignorancia es muy atrevida, y un ignorante que más o menos sepa leer, como ocurre con muchos antitaurinos radicales, puede tener un atrevimiento ilimitado.

Creemos que queda meridianamente claro, para cualquier persona normal, que la Tauromaquia es Cultura y no es Tortura, eso es algo obvio. Por ello nosotros preferimos, frente a las frases, “La Tauromaquia es Cultura” o “Somos Cultura”, algo así, como, “Somos taurinos y estamos en Cultura”. Queriendo decir con ello, ¡sí señor somos taurinos, lo decimos con la cabeza alta, sin avergonzarnos y sin tener que pedir perdón por ello, y estamos dentro del ministerio de Cultura, qué debe tratarnos igual que a otras artes. También nos gusta, “Somos taurinos y pedimos respeto, justicia y libertad”. Pedimos respeto igual que nosotros respetamos; justicia, es decir, que se nos trate como a otras artes; y libertad para torear y ver toros. Para ejercer esta actividad artística libremente. 

Pero bueno, esta es nuestra opinión, que algunos compartirán y otros no, como en todo suele ocurrir. No obstante, queremos dejar claro, que nosotros siempre estaremos con cualquier pancarta en defensa de la Tauromaquia, porque nos parece un arte grandioso, único, que encierra muchos valores que compartimos, tales como Verdad, Ética, Dignidad, Respeto, y que echamos de menos, en general, en la sociedad que nos ha tocado vivir. 

Finalmente digamos, porque así lo pensamos, que la Tauromaquia con sus valores está tan por encima de los antitaurinos radicales, de lo que defienden, que jamás alcanzarán a verla y menos a comprenderla. Ese es su problema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario