En la imagen, Carlos Escolar Frascuelo, el gran torero de Madrid al que, el diario El Mundo, nos ha privado de saber sus opiniones puras y sinceras del mundo del toro; no pasa nada porque, para nuestra fortuna, además de conocerle, hemos conversado muchas veces.
Pagar por leer
Pla ventura
Toros de Lidia / 20 agosto, 2020
Entiendo que cada empresa adopte las medidas que crea más oportunas para defender su negocio pero, según mi leal saber y entender, lo que está haciendo el diario El Mundo en su sección taurina es un dislate sin precedentes. Es cierto que, dicho diario, en muchas de sus secciones, hay que pagar por leer determinados artículos pero, en lo que a los toros se refiere, ¿quién va a pagar por leer a Juan Diego Madueño o a Gonzalo Bienvenida, por muy ilustre que sea su apellido? Por cierto, ¿qué habrá sido de Zabala de la Serna, el titular de la sección taurina? ¿Le habrán despedido o seguirá en un ERTE según pudimos saber? Y si está en un ERTE, ¿qué clase de diario es El Mundo que no puede tener en plantilla a su “estrella” en la parcela taurina?
Ni Zabala de la Serna tiene entidad para ostentar esa fuerza que se nos impone para que les leamos pagando y, mucho menos sus recaderos en dicha sección que, como alguien informó, escriben bajo su dictado. Un error monumental que, como las estadísticas les dirán, lo pagarán muy caro. Menuda putada le ha hecho Juan Diego Madueño a Carlos Escolar Frascuelo en la entrevista que le hizo al torero de Madrid. El citado Diego, tiene en sus manos a todo un personaje de leyenda y, hay que pagar por leer dicha entrevista que, con toda mi admiración hacia Frascuelo, el diestro de Madrid no es Julio Iglesias.
La tontuna de dicho diario ha llegado hasta las cumbres más pobres en lo que a la lectura se refiere porque, repito, yo pagaría por leer a Alfonso Ussía, a Federico Jiménez Losantos, a Fernando Sánchez Dragó, a Jano García, a Pedro Mari Azofra que es la propia historia taurina, a Alfonso Navalón y Joaquín Vidal en su momento pero, pagar por leer a individuos que repiten lo que dicen el resto de los medios de información taurina es un dislate en toda regla. Claro que, así les irá si estudian las estadísticas como antes yo apuntaba.
Está la tauromaquia como para que se impongan leyes o trabas sobre la misma y, mucho más en este caso porque tenemos decenas, cientos de páginas Web que nos cuentan todos los pormenores de la fiesta a cambio de nada porque, en realidad, la fiesta de los toros no concita el interés de nadie y, si a los pocos románticos que quedan les tienes que pedir que se rasquen el bolsillo, apaga y vámonos.
Un fiasco en toda regla por parte de El Mundo que, ellos tendrán sus razones pero, si tienen que pagarles el mísero sueldo a dichos personajes con lo que éstos aportan mediante el pago de los lectores, dudo mucho que puedan darles para un bocadillo de calamares de los que en Madrid saben a gloria.
¿Se creerá El Mundo que tiene en su sección taurina al mismo Alfonso Navalón que ha resucitado? Nada de eso, sencillamente porque la historia de Navalón con el diario Pueblo fue algo irrepetible, algo que no sucederá jamás en la vida. Pero si hasta el mismísimo diario El País, el catecismo de la izquierda, nos permite leer a Antonio Lorca, una pluma docta, sabia y cabal como Dios manda. Y, cuidado que, la diferencia entre Antonio Lorca y los escribidores citados está tan distante como pueda serlo La Tierra de Marte.
Doctores tiene la iglesia pero, en este caso, los citados no llegan ni a monaguillos. ¿Quién será el cerebro que ha adoptado esa medida para pagar por leer a estos personajes incipientes que no concitan la atención de nadie?
Allá ellos que, con sus actitudes nos están haciendo un tremendo favor a los demás medios que, como dicen las estadísticas, si nos leen y, mucho. Reconozcámoslo, hoy en día en los toros no existe una sola pluma, ni una sola que tenga el interés para que el aficionado pague por leer sus crónicas; en libertad, algunos tendrán más opciones que otros pero, pagando, ni Dios les leerá. Otra cosa muy distinta es que, como antes decía, Sánchez Dragó la diera otra de sus locuras y se hiciera cargo de una sección taurina, entonces sí que todos pagaríamos porque el genio nacido en Madrid y criado en el mundo, por saborear su cultura ya merece la pena cualquier sacrificio.
Hay que pagar, por leer, por ejemplo a Mitch Albom que nos deleitó con su obra, MARTES CON MI VIEJO PROFESOR de la que ha vendido millones de ejemplares, así como distintos autores de tanta grandeza que, lo que nos pidan lo pagaremos, ¡faltaría más!
En la imagen, Carlos Escolar Frascuelo, el gran torero de Madrid al que, el diario El Mundo, nos ha privado de saber sus opiniones puras y sinceras del mundo del toro; no pasa nada porque, para nuestra fortuna, además de conocerle, hemos conversado muchas veces.
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