sábado, 10 de octubre de 2020

Aquel Pilar sin toros por la terrible gripe que dejó trescientos mil muertos en España

 
La mal denominada «gripe española» asoló al planeta en 1918, inmerso en la Primera Guerra Mundial

Aquel Pilar sin toros por la terrible gripe que dejó trescientos mil muertos en España

Ángel G. Abad
ABC, Octubre/2020 
Los contagios y los fallecidos aumentaban cada día, y aunque a lo largo del año, la temporada taurina se había desarrollado con cierta normalidad, la situación en la capital aragonesa se agravaba por momentos. Estamos en octubre de 1918, el virus de la mal denominada «gripe española» ya había causado millones de víctimas mortales, más de mil sólo en Zaragoza, que entonces contaba con apenas cien mil habitantes, mientras que en la provincia la tragedia estaba desbocada.

Las listas de fallecidos eran cada vez más largas. La vida transcurría con la población sumida en el pánico más absoluto y la lucha sin éxito de las autoridades contra un enemigo de una virulencia atroz.

Se acercaban las fechas de celebración del Pilar y, en una reunión de urgencia, la Comisión de Festejos decidió suspender las fiestas y aplazarlas al mes de mayo del año siguiente, coincidiendo con los actos del aniversario de la Reconquista de la ciudad. La intención era que el comercio y la industria pudieran resarcirse de las pérdidas ocasionadas por la suspensión.

Actos religiosos

Para aquel 1918, las citas más importantes eran los actos religiosos y las corridas de toros. Cinco había programadas a partir del día 13 de octubre, en las que estaban anunciados las máximas figuras. Joselito y la despedida de la afición zaragozana de su hermano Rafael «El Gallo», eran los máximos atractivos, en una temporada en la que Belmonte no pisó los ruedos. Al final, el Gallo volvió a las plazas en 1919, sin importarle que su madre, la señora Gabriela, le cortara la coleta en la mismísima plaza de Sevilla. La Virgen del Pilar no salió en procesión, tampoco desfiló el Rosario de Cristal, y la Misericordia permaneció cerrada durante los pilares más tristes, que al menos tuvieron los teatros abiertos.

El anunciado aplazamiento de las fiestas y feria llegó en el mes de mayo siguiente, pero de forma casi testimonial, pues se celebraron dos corridas de toros los días 18 y 19, con Belmonte, Gaona y el «Divino Calvo», que hizo caso omiso al corte de coleta de meses atrás.

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