Los toros, un arte milenario que perdura a través de los tiempos, y que ha quedado plasmado durante toda la Historia gracias a los pintores, a los escritores, a los escultores, a los poetas, a los cineastas, a los filósofos, a los músicos, cantantes, compositores y bailarines; a los historiadores y a los dramaturgos.
Solamente un grandioso cateto con muy malas ideas, y desde su sillón ministerial, se atrevería a poner en duda la enorme riqueza cultural de la Tauromaquia.
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