miércoles, 7 de octubre de 2020

Es profesor, tiene estudios de… / por Rafael Comino Delgado

 ..si para cualquiera de esos cargos se exigiera saber leer y escribir bien muchísimos serían rechazados, empezando por nuestro actual presidente del gobierno. Téngase en cuenta que una cosa es saber juntar letras y otra saber leer bien; una cosa es saber escribir y otras saber escribir sin faltas de ortografía ni de sintaxis, poniendo acentos, puntos, comas, puntos y coma, etc. en su lugar correcto.

Es profesor, tiene estudios de… 

Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
Hoy día es muy frecuente, cuando se habla o escribe de alguien, o incluso cuando alguien expone un resumen de su currículo, decir, “Es profesor” o “Soy profesor”, “Tiene estudios de…”, “Tengo estudios de …”. Especialmente frecuente es entre los políticos, que son muy pocos conocidos, porque realmente ni tienen una carrera brillante, ni han hecho nada, o casi nada en la vida, pues como decía, hace unos días, don Jordi Sevilla: “Antes se entraba en política para hacer algo, y hoy se entra para ser algo o alguien”. Lógico, pues no se es nada o casi nada, sencillamente porque no se ha estudiado ni trabajado en nada, y la Política es una forma de buscarse la vida, o si lo prefieren, de buscar la forma de vivir del cuento.

Cuando Uds. oigan o lean, refiriéndose a alguien, que es profesor, piensen inmediatamente que eso encierra muy poco contenido, es decir, que no es mucho, pero la palabra queda bien, especialmente si dice profesor de universidad, y después que cada uno lo interprete como quiera o sepa. Yo, desde luego, lo interpreto en el sentido de que estamos ante alguien que esconde su poco bagaje, en general, detrás de esa palabra.

Pero deteniéndonos un poco y reflexionando, lo primero que debemos preguntarnos es, ¿pero, profesor de qué? Puede ser profesor de auto-escuela, de karate, de baile, de cocina, de equitación, de Enseñanza Primaria, Secundaria, Formación Profesional, de Universidad (y dentro de esta, de Facultad o Escuela Universitaria).

Suponiendo que sea de Educación Secundaria, Formación Profesional o Universidad, también debería especificarse la disciplina que enseña o imparte, pues no es lo mismo ser profesor de Educación Física, de Filosofía, de Dibujo, Derecho del Trabajo, de Biología, Física, Química, Cirugía, Medicina Interna, Dermatología, etc. Y desde luego, tal vez más importante aun, ¿qué nivel como profesor tiene? porque en Enseñanza Secundaria y, sobre todo, en la universidad hay varios niveles, desde profesor asociado (nivel más bajo) hasta catedrático (nivel más alto) pasando por Profesor contratado, Profesor Doctor Contratado, profesor Titular y algunos más. Y desde luego explicitar si es interino o tiene la plaza en propiedad. No obstante, queremos dejar claro que puede pertenecer a cualquiera de los niveles y ser un grandísimo profesional, pero lo que no nos gusta es que oculte exactamente lo que es, pues al hacerlo se está delatando, y dando a entender, que no lo considera muy importante.

Es por ello que nosotros, inmediatamente nos hacemos otra pregunta: ¿Por qué oculta, realmente, detrás de la palabra profesor todo lo demás? Y la contestación que tenemos, que nos parece más lógica, es la siguiente: Porque no es muy brillante, no es muy importante, o la persona no la considera muy importante, de lo contrario la diría. Es también frecuente que en el currículo ponga un nivel superior al verdadero. Y si no lo dice en el currículo, que, de palabra, lo digan a los medios de comunicación, o la gente en general.

Por ejemplo, de don Pablo Iglesias, en algunos lugares he leído, solo profesor, otras, profesor titular interino, pero la realidad es que es profesor doctor contratado, creemos nosotros, aunque no con cien por cien de seguridad. De Dª Carmen Calvo nos dijeron (se lo oí a numerosos periodistas) que es catedrática de Derecho Constitucional, pero no lo es. Es profesora Titular.  En el currículo de Rodríguez Zapatero, antes de ser presidente del gobierno, decía solo, profesor de Derecho, pero ahora han rectificado y dice que fue profesor colaborador, es decir, nombrado a dedo por el catedrático. De Monedero dice solo, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid. Del exjuez Baltasar Garzón dice, profesor universitario (¿Qué en señará?) Son solo unos ejemplos, pero podríamos citar muchos más.

Claro que peor aun es cuando en el currículo dice,tiene estudios de Derecho, de Economía, de Sociología, de Psicología", etc. Generalmente, aunque no siempre, eso quiere decir que se matriculó de un curso, y a lo mejor no fue ningún día a clase, o incluso solo que pensó estudiar esa disciplina, pero nada más. Recuerdan a don José Blanco (Pepiño Blanco, para los amigos); en su currículo decía “tiene estudios de Derecho”, y no sé si llegó a aprobar alguna asignatura. ¡A propósito!, recientemente ha sido nombrado miembro del consejo de administración de Enagás. Probablemente el módico sueldo ronde los cien mil euros al año.

Así pues, cuando lean o les digan, de alguien, simplemente que es profesor, o tiene estudios de… sospechen que su carrera no es demasiado brillante, más bien al contrario, y si es un político, que está tratando de ser algo, de buscarse la vida por ese camino, pues para cualquier cosa, hoy día, se exigen diplomas, títulos, grados, cursos, másteres, etc., pero para ser político nada. Para ser ministro, o cualquier otro alto cargo político, incluido presidente del gobierno, no se exige nada, ni siquiera saber leer y escribir bien. ¡Si, no exagero!, pues creemos que si para cualquiera de esos cargos se exigiera saber leer y escribir bien muchísimos serían rechazados, empezando por nuestro actual presidente del gobierno. Téngase en cuenta que una cosa es saber juntar letras y otra saber leer bien; una cosa es saber escribir y otras saber escribir sin faltas de ortografía ni de sintaxis, poniendo acentos, puntos, comas, puntos y coma, etc. en su lugar correcto.

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