Una intolerable falta de respeto de los dos caballeros rejoneadores, una falta de respeto de las cuadrillas, que disculpamos porque hicieron lo que vieron hacer a sus matadores, y una falta de respeto del presidente de la corrida por no mandar pararse a los toreros de a caballo y de a pie hasta que finalizase la interpretación del Himno Nacional. Increíble pero cierto.
Intolerable falta de respeto
Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
Estaba viéndolo y no me lo podía creer. Lo ocurrido ayer tarde, día 15 de octubre, en la plaza de toros de Logroño, en corrida de rejones dentro de programa de la Gira para la Reconstrucción de la Tauromaquia, fue una falta de respeto absolutamente intolerable. Me explicaré:
Al terminar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por las víctimas de la Covid 19, como viene haciéndose prácticamente en todas las plazas de toros, y a continuación se interpretó el Himno Nacional, sin embargo, finalizado el minuto de silencio, el público prorrumpió, como es lógico, en un fuerte aplauso, y los dos rejoneadores, don Pablo Hermoso de Mendoza y don Guillermo Hermoso de Mendoza, como no es lógico, así como sus cuadrillas, rompieron la formación que tenían, y los primeros empezaron y continuaron, dando la vuelta al ruedo, solicitando los aplausos del público, en lugar de quedarse quietos, por respeto al Himno Nacional, que estaba sonando, como debe ser. El público seguía aplaudiendo, pero ya no sabíamos si a los rejoneadores o al Himno Nacional. ¡Lamentable e irrespetuosa situación!
Una intolerable falta de respeto de los dos caballeros rejoneadores, una falta de respeto de las cuadrillas, que disculpamos porque hicieron lo que vieron hacer a sus matadores, y una falta de respeto del presidente de la corrida por no mandar pararse a los toreros de a caballo y de a pie hasta que finalizase la interpretación del Himno Nacional. Increíble pero cierto.
Pensamos, siendo benévolos, que ello se debió a una falta de coordinación, de la cual el máximo responsable es el presidente, pues todo eso debe ser acordado y concretado antes de que comience la corrida.
Pero los rejoneadores, al oír el Himno Nacional, debieron pararse, estuviese acordado o no. ¿Por qué no lo hicieron? No lo sé. Sobre todo, don Pablo Hermoso tiene años y experiencia para no cometer tal error, si es que fue error. Una figura del rejoneo tiene que serlo, parecerlo y demostrarlo en todos los aspectos.
La FTL, como organizadora del evento, también tiene su parte de responsabilidad en esta increíble falta del respeto.
Esperemos que jamás vuelva a repetirse en una plaza de toros tan lamentable fallo, por utilizar una palabra suave.
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