Que difícil es ver en estos tiempos nombres de negocios taurinos. Sin complejos, el bar el Torero se mantiene orgulloso y gallardo en mitad de una de las plazas más conocidas se Alicante. Sin complejos y con orgullo, sirve café, tapas, cervezas, bocadillos y mucho más… todo a la sombra del nombre El Torero.
Su dueño fue novillero. Un luchador, de nombre José Miguel Pastor, batallón por los caminos tan duros de una tauromaquia que nunca regala nada. La cabeza de un toro, se erige orgullosa en medio del bar. Cuadros, banderillas y muchos detalles taurinos que engalana el bar. Todo suma, todo es promoción y devoción.
En sus paredes se esconden detalles de toreria, que rezuman cariño, bondad y amor a una tauromaquia que su dueño siempre amó. Un fiel promotor, defensor y aficionado de una tauromaquia alicantina, cada vez más desaparecida.
Yo, estoy muy contento de ver como en Alicante todavía nos quedan reductos, oasis, y parcelas donde la Tauromaquia es motivo de diálogo y no de discrepancia.
Que Viva El Torero de la plaza de Argel de Alicante. Y su dueño por mantener viva la esencia.
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