domingo, 24 de enero de 2021

De Morante y de miuras / por Antolín Castro


Entrando en la noticia, ya en serio, es, desde luego, cuando menos, llamativo este intento del sevillano de ponerse en la vanguardia de lo que puede ser la temporada, si es que hay temporada. De momento, el golpe ya está dado, adelantándose al resto de sus colegas.

De Morante y de miuras

De eso se ha venido hablando en los últimos días, en estos los primeros días del año nuevo.

La sorprendente y llamativa noticia, se ha convertido en el run run de las tertulias y cotilleos. Ahí es nada, el diestro de la Puebla enfrentándose a los toros de Zahariche.

Corren como la pólvora los mensajes por las redes sociales, memes que divulgan la noticia, sí, pero tomada a cachondeo. Cada cual, como pasa en esta actividad creativa, más incrédulo y ácido que el anterior.

Hasta en boca del inefable Simón, ese que no acierta una con la difusión del virus, ponen que eso será cierto, como si todo lo que nos ha dicho en un año no lo haya desmentido a la semana siguiente. De momento lo afirma, así que hemos de suponer que ya llegara el desmentido. Yo he preferido publicarlo, no sea que a la semana que viene su predicción haya perdido actualidad.

Entrando en la noticia, ya en serio, es, desde luego, cuando menos, llamativo este intento del sevillano de ponerse en la vanguardia de lo que puede ser la temporada, si es que hay temporada. De momento, el golpe ya está dado, adelantándose al resto de sus colegas.

Cierto es que cuando una figura anuncia algo así, detrás de ese deseo se encuentran otras exigencias. Me atrevo, sí, pero quiero cuatro tardes. Del dinero no nos hablan, pero es una forma de aumentar el caché a solicitar a la empresa sevillana. Esa misma razón del dinero, podría ser la excusa perfecta para echarse luego para atrás si no le dan lo que pide. Eso sí, con toda la propaganda ya divulgada.

Que se atreva a ponerse delante no debería ser un obstáculo, cualquier profesional debe estar capacitado para ponerse. Otra cosa será, cómo proceder después con las condiciones de los toros a los que haya de enfrentarse. Se puede salir del paso y ya está. No necesariamente ha de salir corriendo al abrirse la puerta de chiqueros.

Sea como sea, eso que debería ser normal se ha convertido en los ‘gestos’ de los que últimamente nos hablan sobre nuestras figuras endiosadas. Aplicándose el cuento de a quién quiere homenajear, Joselito el Gallo, a éste que se anunciaba con miuras nunca le fue considerado como un gesto. Por eso Joselito es quien es y Morante se queda, talmente, en un aspirante.

Por otro lado, al cartel que sugieren, tan sevillano él, si es que cuaja, bien podrían aderezarle, además con justicia, con el murciano Rafaelillo, que le ahorraría el sofocón de abrir festejo, que no fuera tanta impresión de golpe para Morante.

El deseo es que suceda, si bien hacen falta dos cosas: que persista Morante y que deje de persistir la pandemia. Además que pronosticado por Simón, resultará, casi seguro, todo lo contrario.

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