Colombia. 90 años de la lozana y altiva Santamaría de Bogotá

 Un 8 de febrero de 1931 tras los desvelos de don Ignacio Sanz de Santamaría, el presidente de la república , Enrique Olaya Herrera acompañado del expresidente Carlos E Restrepo ( del partido contrario pero tiempos de concordia y lealtad políticas que echamos hoy de menos ) y su gabinete asistieron a ese acto histórico en el que debutó » Mondoñedo » en el coso soñado por ese pro hombre, don Ignacio.

90 años de la lozana y altiva Santamaría de Bogotá

Guillermo Rodríguez

Tendido 7 / 8 Febrero 2021

Este lunes mas allá de pandemias, de soledades, de incomprensiones, de ataques, del silencio en los tendidos, de la displicencia oficial ( dónde están los valiosos objetos del museo taurino y se lo pregunto directamente a la alcaldesa ) , la plaza De Santamaría cumple 90 años, esbelta, toda una joya arquitectónica con esa fachada neo mudéjar que refleja ese pasado árabe en los pueblos americanos..

Un recuerdo a don Ignacio, a don José, a don Fermín, a Gonzalo y a sus hijos, esa quinta generación de taurinos a quienes debemos la fiesta moderna en Bogotá y contar con uno de los bellos ejemplos de arquitectura de América.

Un libro escrito por el investigador Victor Diusabá que pronto saldrá de imprenta con fotografías inéditas y con el aporte de Rodrigo Urrego magnífico fotógrafo.

Un 8 de febrero de 1931 tras los desvelos de don Ignacio Sanz de Santamaría, el presidente de la república , Enrique Olaya Herrera acompañado del expresidente Carlos E Restrepo ( del partido contrario pero tiempos de concordia y lealtad políticas que echamos hoy de menos ) y su gabinete asistieron a ese acto histórico en el que debutó » Mondoñedo » en el coso soñado por ese pro hombre, don Ignacio.

Un sevillano, Manolo Martínez, «El Exquisito «, un valenciano «El tigre de Ruzafa» y un extremeño, «Gallito de Zafra lidiaron la corrida en la que por primera vez los aficionados vivieron la suerte de varas.

La familia Santamaría en una visita a lo que será mas tarde la plaza de toros

Cantinflas al iniciar el paseillo en la Santamaría

Lo cuenta la biblioteca del Banco de la República:

Entre 1990, cuando se construyó la Plaza de La Bomba, y 1931 cuando se erigió la Plaza de Toros Santa María, funcionaron en la capital diecinueve plazas de toros más o menos estables en distintos sectores de la ciudad. Pero fue en febrero de 1931 cuando se cumplió el gran anhelo de don Ignacio Sanz de Santa María de entregar a la afición de Bogotá una gran plaza de toros, además de cristalizar la mayor aspiración de su vida, la fundación de una ganadería de casta española en la sabana de Bogotá, lo que consiguió plenamente. En medio de un entusiasmo desbordante, el domingo 8 de febrero de ese año pisan por primera vez las arenas del coso de San Diego y por orden de alternativa, los diestros españoles Manolo Martínez y Solaz «El Tigre de Ruzafa», Angel Navas «Gallito de Zafra» y Mariano Rodríguez «El Exquisito», seguidos de sus cuadrillas de banderilleros y picadores. Dos expectativas más animaban el ambiente: el debut de Mondoñedo, ganadería de casta española que pastaba en la hacienda La Holanda, fundada el 13 de octubre de 1913 por Ignacio Sanz de Santa María, como ya lo anotamos, con procedencia del conde de Santa Coloma, encaste de la más rancia solera; y, además, se practicaría por primera vez en Bogotá la suerte de varas.

La corrida inaugural, que presidió el presidente Enrique Olaya Herrera, no contó con el éxito esperado, lo que sí aconteció durante las once corridas restantes de la temporada inaugural. Mariano Rodríguez, el novel espada sevillano, impresionó por su arte y finas maneras de interpretar el toreo. Veintiuna corridas en total comprendió la temporada durante los meses de febrero, agosto y diciembre. Fuera de Mariano Rodríguez, se destacaron los diestros Julián Sáiz «Salen II», Pepe Iglesias, «Alcalareño», José Cabezas y con un sonado triunfo Juan Luis de la Rosa, quien fue asesinado por el bando republicano en Barcelona en 1938 durante la guerra civil española. Para finales de la temporada, en su tercera etapa, la empresa movilizó desde España a Cayetano Ordoñez «Niño de La Palma», primera figura de relieve que pisó el ruedo de San Diego; y como prueba de su maestría y clasicismo, ahí quedó la apoteósica corrida de despedida. El gran Cayetano se encerró con seis toros de Mondoñedo y su actuación difícilmente podrá ser superada: aún es motivo de recordación por los aficionados.

En el ruedo de La Santamaría han toreado desde El Niño de la Palma, Domingo Ortega, Manolete ,Luis Miguel, los Bienvenida, Litri y Aparicio, Arruza, Pepe Cáceres, Camino, Puerta, El Cordobés, El Viti, Los Domecq, los Peralta, Pablo Hermoso, Ventura, Oky Botero, Miguel Márquez, El Puno, El Cali, Jorge Herrera, Jairo Antonio, y esa revolución que conmovió al mundo del toro en Europa, el bogotano César Rincón. (Entre otros toreros, claro )…

Manolete a la espera de tomar la muleta deja de que los banderilleros concluyan el segundo tercio tras la faena de capa que lleva en su mano izquierda en La Santamaría abarrotada.