La Maestranza - Arjona
Para entendernos, al toreo le suceden más cosas por dentro que por fuera. O para decirlo con más exactitud, lo que sucede por dentro determina lo que pasa fuera. Y así nos va.
¿Qué va a pasar?
Manuel Viera
BurladeroTV /10 marzo 2021
No deja de tener su triste gracia esta nueva grandilocuencia marcada por un puñado de decisiones demasiados simplistas. Un relato de ocasiones perdidas. En este sentido no parece gratuita la forma de asumir una realidad en ese deber, de inexcusable fundamento, para atajar la urgente necesidad. Se trata de no parar otra vez. De arrear la burra perpetrados en la conformidad de todos los sectores. Sin fisuras. Ni una sola, eh.
Adentrarse por caminos pocos transitables supone obviar una emergencia vital. Sin embargo, hoy como ayer, la ambigüedad pasó a ser asunto primordial. Algo que define una exigencia con brotes de utopía. Y cuanto más aumenten la imposición más aumentará la frustración.
La asamblea de la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos acabó rota. Con la fuga de dos de sus socios más activos, Garzón y Alberto García, dispuestos a dar toros por debajo de ese mínimo, acordado por ANOET, sujeto al 50% de aforo indispensable para volver a abrir las puertas de las plazas de toros. Algo irreal, hoy. Es simplemente confusión. Equivocación en el hacer y decidir.
Quizás valga la pena preguntarse qué va a pasar, sobre todo, en plazas como la Maestranza de Sevilla. Una respuesta superficial podría reducirse a que la decisión está a la espera de un posible ordenamiento alternativo a la situación pandémica actual. Quizás, detrás de la esperanza esté también la pregunta acerca de cómo se puede dar solución a un asunto tan dependiente de un problema de salud que llegó para quedarse. Sobre todo, cuando la preocupación sanitaria se reactive tras la relajación en una desescalada que no ha hecho más que comenzar.
Lo cierto es que seguimos instalados en la ambigüedad, en la duda, en la incertidumbre. Y es que la celebración de la excelente programación de la empresa Pagés para Sevilla se hace imposible con la actual normativa de seguridad. Es simplemente inalcanzable la separación de un metro y medio entre espectador a espectador con el aforo exigido. Además, se intuye, que no habrá otra realidad.
Para entendernos, al toreo le suceden más cosas por dentro que por fuera. O para decirlo con más exactitud, lo que sucede por dentro determina lo que pasa fuera. Y así nos va.
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