sábado, 29 de mayo de 2021

En el concurso Pasapalabra ha triunfado, pero al hablar de tauromaquia ha pegado un petardo / por Rafael Comino Delgado


Ahora bien, quede claro que el que Ud. haga o deje de hacer el ridículo a mí me importa un bledo, pero si me importa que un sujeto tan ignorante en materia taurina como Ud. ataque de esa manera la Fiesta de los toros, que a mi si me gusta, y en cambio los oportunistas, ladinos, hipocritones, revestidos con piel de cordero, es decir, de una apariencia falsa, impostada me caen fatal. 

En el concurso Pasapalabra ha triunfado, pero al hablar de tauromaquia ha pegado un petardo.

Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
Don Pablo Díaz, el famoso concursante de Pasapalabra, ha querido saltar al ruedo de la tauromaquia y ha patinado de forma escandalosa. Dios le ha dado muchas virtudes, entre ellas una gran memoria visual, y dicen que se le da bien el violín, pero le ha negado otras como la prudencia, el saber no opinar públicamente de lo que no se sabe nada, el saber que por haber adquirido cierta relevancia en TV no se es sabio, etc.  El gran filósofo griego Sócrates, tal vez el más grande de la historia, fue elegido por el Oráculo de Delfos como el hombre más sabio de Grecia, y cuando se enteró de ello dijo: “Tal vez me ha elegido a mi porque todos creen saber mucho, y yo soy el único que sé que no sé nada”. Don Pablo parece ser el punto opuesto a Sócrates, pues con sus opiniones sobre el toreo ha creído que, por haber triunfado en ese concurso tras estudiarse el diccionario de la RAE, ya sabe de todo, y se ha lanzado, sin red, a opinar de toros y de política. Al respecto decía, mi admirado y gran filósofo colombiano, don Nicolás Gómez Dávila: “Nada más irritante que la seguridad con que opina el que ha tenido éxito en algo”.

Efectivamente, don Pablo, que ha tenido éxito en Pasapalabra, es un hombre de modales refinados, educados, sutiles, a veces casi en exceso, de tal manera que algunos le llaman, “el delicatesen de Pasapalabra”, y muestra una sonrisa, a todas luces, muy forzada, se empeña en demostrarnos que sabe mucho, gesticulando en exceso da explicaciones que nadie le pide, y nos cuenta las palabras que tiene en la mente, pero que en algunas duda, etc. Pero bueno, cada uno somos como somos, lo que pasa es que cuando uno se muestra públicamente, de alguna manera, y además insiste en ello, se expone a las críticas, que luego debe aceptar, siempre que no sean ofensivas.

En un twit, respondiendo a la defensa que don Pablo Casado ha hecho del derecho de cada uno a elegir si va o no a los toros, ha dicho varias frases entre las cuales destacamos tres que merecen algunos comentarios:

a)”El derecho a la vida es un pilar fundamental del pensamiento liberal”. 

Hombre don Pablo, el derecho a la vida es un pilar fundamentas de todas las ideologías políticas civilizadas, excepto el socialcomunismo y el fascismo-nazismo, y no solo de los liberales. Si hablamos de la vida en general, hemos de incluir la vida de los vegetales, que también son seres vivos. Pero entendamos que se refiere solo a los animales racionales e irracionales. En tal caso, cada vez que Vd. come un filete de ternera alguien ha tenido que quitarle la vida a una ternera, cada vez que Vd. come una gamba alguien le ha quitado la vida, cada vez que Ud. come una pechuga de pollo alguien le ha quitado la vida, y así sucesivamente. Claro que Ud. puede ser vegano. Pues lo sea o no, está claro que no podemos comparar la vida de un ser humano con la vida de un zorro, de una serpiente, de una cucaracha, de una hormiga, de un mosquito... Si en su casa hay moscas o mosquitos y Ud. echa insecticida está matándoles, a lo que, según dice, no tiene derecho. ¡Piénselo bien, antes de decirlo!

b) “Torturar a un animal hasta la muerte no sé si se adecúa a él”.

Mire don Pablo Díaz, lo que se hace al toro en la plaza no es tortura. Ha estudiado mucho el diccionario de la RAE pero en la palabra “tortura” se ha detenido poco. Lo primero, para hablar de tortura, es no permitir defenderse al torturado, y al toro se le permite defenderse, hasta el punto de que puede matar al torero. Nosotros publicamos en el número 2221 de Aplausos, un artículo titulado, “Ni tortura, ni crueldad: arte único, ético, al alcance de pocos elegidos”, al que le remitimos y vera que está equivocado. El toro es un animal especialmente diseñado para para atacar, para pelear, dotado de un sistema neuroendocrino que le hace casi insensible al dolor.

Por otra parte, da la impresión de que pone en duda el respeto del Sr. Casado hacia la vida de los demás. ¿No cree que se ha pasado un poco? ¿O tal vez está Ud. pensando en que el presidente del gobierno le fiche, en uno de esos miles de cargos innecesarios para enchufar a familiares a y amigos? Don Pablo Díaz, en España los únicos que han dado a entender que no respetan la vida de los demás han sido militantes de Podemos: Lo dijo Pablo Iglesias (se lo oí decir en un video)  y también Carolina Muñiz (según he leído)refiriéndose a que los ancianos son una carga para la sociedad.

c) “Estoy pagando algo contra mi voluntad porque lo subvencionan con dinero público”.

En este aspecto, Sr. Diaz, anda muy desorientado. Si, porque el toreo no recibe subvención alguna del Estado, o para ser exactos, 65.000 euros el año 2019, para el Premio Nacional del Toreo 30.000, y los otros 35.000 para la Fundación Toro de Lidia. Debo recordarle que la Tauromaquia es Patrimonio Cultural Inmaterial de España. Ese mismo año el Cine, que aporta muchísimo menos al Estado, recibió 100 millones de euros de subvención, y la Música otros 100 (algo habrá ido para Ud. que se dedica la música). Pero es que ese mismo año el toreo ingresó en las arcas del Estado, solo en concepto de IVA, más de 118 millones de euros. 

La Tauromaquia da de comer en España a 300.000 familias, cuida de 450.000 hectáreas dedicadas a dehesa (poco productivas para otra cosa) y muchas cosas más. Pero hablando de lo que se paga con nuestros impuestos, a mi no me gusta que con los míos se paguen infinidad de cosas, como por ejemplo lo que hace el presidente Sánchez (comprar los votos de independentistas y de proterroristas), pagar 22 ministerios, muchos de ellos inútiles, haber enchufado en cargos innecesarios, ni sabe a cuantos familiares y amigos, subvencionar infinidad de ONGs falsas, de organizaciones feministas  ineficaces, rescatar a una compañía aérea venezolana inviable, etc. etc. Es decir, don Pablo, que todos, absolutamente todos, podemos quejarnos de que con nuestros impuestos se pagan cosas que no nos gustan. Salir ahora Ud. con ese argumento, que además es falso, me parece una estupidez. 

Haga en su vida lo que estime oportuno, pero la próxima vez que opine de algo públicamente, si no quiere volver a hacer el ridículo, al menos, entérese, aunque sea superficialmente, de lo que va el tema, porque esta vez ha pegado un gran petardo, hablando en términos taurinos. 

Ahora bien, quede claro que el que Ud. haga o deje de hacer el ridículo a mí me importa un bledo, pero si me importa que un sujeto tan ignorante en materia taurina como Ud. ataque de esa manera la Fiesta de los toros, que a mi si me gusta, y en cambio los oportunistas, ladinos, hipocritones, revestidos con piel de cordero, es decir, de una apariencia falsa, impostada me caen fatal. 

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