- Un toro de Victoriano del Río, lo más serio del festival del 2 de mayo
Lo más serio, lo que si era de Madrid, del Madrid de verdad, ha sido el toro de Victoriano del Río, soberbio de trapío y encastado, pidiendo el carnet. Manzanares, que arrastra una larga dolencia de espalda y ciática, pasó muchas fatigas en el toreo al natural y se compuso mejor sobre la derecha, con una facilidad para hacer el carrusel y luego matar con su letalidad conocida. Los dos juanpedros que se había traído Ponce fueron devueltos por inválidos. Aceptó lidiar ¡un sobrero de rejones!, estuvo intentando sacar algo del manso, se pasó de rosca, le perdonaron al menos dos avisos en una complacencia exagerada
El Juli, sobrado de sitio, anduvo a gusto con el noble toro de Garcigrande. Lo mejor en el manejo de la mano izquierda y en chispazos con el capote. Las dos orejas, las más fáciles que ha cortado en Madrid en sus 23 años de alternativa.
Miguel Ángel Perera abuso del toreo lineal y de patita retrasada con el colaborador de Fuente Ymbro. Otra oreja de festival. Paco Ureña, siempre en su línea de pureza y solidez apenas pudo lucir sus virtudes ante una tora de Jandilla, semilisiada y mansa. El novillero Alejandro García hizo un toreo de espacios abusivos y poquísimo ajuste, sin embargo al forzar algún pase de pecho se quedaba debajo el novillete de El Parralejo le volteó dos veces. Y orejita al canto. Muchos ya se habían ido a la terracita antes del toque de queda. Abrió plaza Diego Ventura con un murube de El Capea. Sobrado de sitio y dos orejas excesivas.
Plaza de Madrid, festival del 2 de mayo. Seis mil espectadores según aforo reglamentario.
Toros de Juan Pedro Domecq, Garcigrande, Victoriano del Río, Fuente Ymbro, Jandilla, G. Lorenzo y un novillo de El Parralejo, excepto la presencia y casta del de V. del Río y la buena clase del de Garcigrande, en general sin fuerza y bajos de casta.
Enrique Ponce, pinchazo caído y pinchazo. Un aviso (silencio). El Juli, estocada trasera (dos orejas). José María Manzanares, estocada desprendida (una oreja). Miguel Ángel Perera, estocada corta y caída, Un aviso (una oreja). Paco Ureña, dos pinchazos y estocada (silencio). Guillermo García, pinchazo y estocada desprendida (una oreja).
¿Acaso se celebraba un solemne 'Día de la oreja'? ¡Qué disparate (dado las muy cuestionables estocadas)! // Atte., Torotino
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