domingo, 16 de mayo de 2021

No es San Isidro / por Antolín Castro


Una plaza de segunda no puede sustituir a la de primera, máxime si esa plaza es Las Ventas. Su seriedad y rigor nada tienen que ver. De ahí, me sospecho, que los aficionados de verdad, y contando también con los 16.000 abonados de San Isidro, el auténtico, le den la espalda a un sucedáneo, por mucho que se quiera maquillar.

No es San Isidro

Madrid, 16 Mayo 2021
Sí, estamos en tiempo de San Isidro, patrón de Madrid. También es tiempo de la Feria Taurina más importante del mundo.

Pero… Las Ventas están cerradas, sin saber cuándo se volverán a abrir. Un simulacro se realizó el pasado día 2, fiesta de la Comunidad madrileña, pero para la fiesta propia de Madrid, nada de nada.

Y hete aquí que cogió el testigo otra empresa y se dispuso a programar una feria, nada pequeña, de once días, en la plaza de Vistalegre, del barrio madrileño de Carabanchel. La iniciativa se acogió con ilusión, era una forma de que Madrid apareciera en estas fechas en el calendario taurino, todavía raquítico calendario, pero las cosas no pintan nada bien.

No pintan bien, pues a pesar de confeccionar carteles llenos de figuras, al parecer, al aficionado, tampoco al público, de Madrid, les seduce el acudir a la plaza. Aquí pasa algo y no es bueno precisamente.

Ya van tres corridas de toros y no hay público en los tendidos. Cierto que hay limitación de aforo, pero no hubieran hecho falta las limitaciones sanitarias, la gente no va y punto.

Ponce, Morante, Aguado, El Juli, Manzanares, Ureña y demás… no han interesado gran cosa, más bien diríamos que no han interesado a nadie. Preocupante panorama.

Poco ambiente en sus alrededores

Y es que San Isidro, su fama y prestigio, se cimentan en la catedral del toreo, la Monumental de Las Ventas, y este palacio no tiene nada que ver. En lo único que se parecen es en la V por la que comienzan sus estaciones del metro.

Una plaza de segunda no puede sustituir a la de primera, máxime si esa plaza es Las Ventas. Su seriedad y rigor nada tienen que ver. De ahí, me sospecho, que los aficionados de verdad, y contando también con los 16.000 abonados de San Isidro, el auténtico, le den la espalda a un sucedáneo, por mucho que se quiera maquillar.

Además, las figuras no parece que tengan el tirón que ellos creen, si se deja de lado a los abonados venteños. Da pena ver tanto asiento vacío en los tendidos de Vistalegre, aunque, eso sí, no son cemento.

Se hace muy difícil conformarse con un tercio de varas de plaza provinciana, con música festera en las faenas… Nada es igual, ni siquiera por el forro. Si es bueno destacar la presentación de las reses hasta hoy. 

Un aviso para navegantes. Hay mucho que analizar… y aprender.

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