Toño Matilla
Según está el panorama, parece lícito ser conservador y no arriesgarse a organizar festejos en recintos cuyo aforo no garantice una mínima rentabilidad, o lo que sería peor, que Sanidad pudiera suspender en el último momento después de realizar un fuerte desembolso promocional y de apertura de taquillas. Sin embargo Matilla ha dado un paso al frente.
Toño “valiente” Matilla
Carlos Bueno
BurladeroTV / 8 de junio de 2021
En las últimas temporadas Toño se ha convertido en el centro de atención. Entre lo que regenta a título personal y lo que rige desde la sombra, sin darse mucha coba Toño Matilla es el hombre que actualmente maneja los hilos del toreo. Muchos le designan como el auténtico “capo” de la tauromaquia. Es muy probable que no les falte razón y, aunque hay quien le señala como el amo del cotarro para cargarle todo tipo de culpas sobre el funcionamiento del sector, es de justicia reconocer que se trata de un valiente, posiblemente el taurino más valiente en tiempos de pandemia.
Matilla posee ganadería propia, pero además aprovecha momentos clave del año para comprar a buen precio lotes de toros a otros criadores que luego lidiará en sus plazas según su conveniencia; cuestión de astucia. Matilla apodera matadores. Dirigió y todavía dirige de forma directa o a través de un representante las carreras de varios de los matadores más significativos e imprescindibles. Con ellos se anuncian las combinaciones más atractivas de cualquier feria. Y Matilla también es el empresario de un puñado de cosos, muchos de los cuales han sido pioneros en publicar sus carteles a pesar de las restricciones impuestas por la situación sanitaria.
Siempre he creído que la exclusividad de actividades sería lo más conveniente para defender los derechos de los aficionados y, por tanto, el futuro de la Fiesta. Que el empresario sólo se dedique a organizar festejos, que el apoderado únicamente a representar a toreros y el ganadero a criar toros es lo lógico para no entremezclar intereses. Pero, tal y como funcionan las cosas, es complicado renunciar a parte de esos trabajos que, en muchas ocasiones, se complementan para que acaben resultando beneficiosos. Toño lo compagina todo a la perfección para sacar el mejor provecho, aunque está demostrando un compromiso con el toreo fuera de lo común y, sobre todo, muy por encima del resto de compañeros del entramado empresarial.
Según está el panorama, parece lícito ser conservador y no arriesgarse a organizar festejos en recintos cuyo aforo no garantice una mínima rentabilidad, o lo que sería peor, que Sanidad pudiera suspender en el último momento después de realizar un fuerte desembolso promocional y de apertura de taquillas. Sin embargo Matilla ha dado un paso al frente. Ha dejado de lado el afán por obtener ganancias inmediatas y ha priorizado dar continuidad a la tauromaquia en momentos duros apostando por la organización de ferias para que ningún aficionado quede huérfano de toreo. Ya dio los ciclos de Mérida y Vistalegre. Se han aplazado Jerez, Valladolid y Granada. Y parece que se oficiarán en las fechas previstas Castellón y León.
Su actitud ha dejado en evidencia a otros gestores y ha espoleado a muchos a seguir su ejemplo. Por eso es justo reconocerle como el valiente que está siendo y agradecer su, afortunadamente, contagiosa actitud. Por pedirle una vuelta más de tuerca, sólo cabría recordarle que no olvidara a los novilleros. Se trata de un espectáculo ruinoso, pero va en ello el mañana de la Fiesta, y además, nadie como el astuto Toño para viabilizar este tipo de festejos.
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