viernes, 2 de julio de 2021

“Solo existe el sexo masculino y el femenino. Todo lo demás son intersexos”

Con mucha frecuencia, hoy día, se habla de cambio de sexo, o de transexualidad (cambia de hombre a mujer o viceversa), sin embargo, ello es incorrecto porque no se puede cambiar de sexo, es decir no existe la transexualidad, por mucho que se empeñen en decirlo, escribirlo, enseñarlo en las aulas a los niños, e incluso obligar a los niños a jugar con juguetes propios del sexo contrario.

“Solo existe el sexo masculino y el femenino. Todo lo demás son intersexos”

Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
El pasado día 30 de junio de 2021 me llegó la noticia de que el profesor de Biología y Geología, J.B.L, del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) complutense, de Alcalá de Henares ha sido suspendido, durante seis meses, de empleo, por la directora del centro, Ilenia Megías Chico, simplemente por decir que únicamente existen dos sexos, el masculino y el femenino. Naturalmente, el profesor lo ha puesto en manos de abogados, porque es un abuso de poder de la directora, pues el docente solo ha dicho una verdad científica incuestionable. Directora que debería ser cesada inmediatamente, por el Consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, don Enrique Ossorio, pues es un peligro público al frente de un instituto.   

Este caso nos lleva a rescatar un artículo que publicamos en septiembre de 2019, y en el que hablábamos ampliamente del tema. A continuación lo exponemos actualizado.

Con mucha frecuencia, hoy día, se habla de cambio de sexo, o de transexualidad (cambia de hombre a mujer o viceversa), sin embargo, ello es incorrecto porque no se puede cambiar de sexo, es decir no existe la transexualidad, por mucho que se empeñen en decirlo, escribirlo, enseñarlo en las aulas a los niños, e incluso obligar a los niños a jugar con juguetes propios del sexo contrario. Precisamente acaba de aprobarse, en el consejo de ministros, el anteproyecto  de la Ley Trans, que es un verdadero bodrio vomitado por Dª Irene Montero. ¿Y por qué decimos, afirmamos contundentemente esto? Pues porque es verdad. Lo demostraremos.

El sexo se define por los siguientes factores o parámetros: a) Cromosomas (hombre 46XY, mujer 46XX); b) Histología de la gónada (ovario en la mujer;  testículo en el hombre); c) Morfología del aparato genital (pene, escroto, conductos deferentes en hombre; vulva, vagina, útero, trompas de Falopio en mujer); d) Hormonas (predominan los andrógenos en hombre y los estrógenos en la mujer); e) Psicología (se siente masculino o femenino). Cuando todos los parámetros son concordantes en el mismo sentido, masculino o femenino, decimos que la persona es de sexo masculino o femenino. Si alguno, o algunos, de los parámetros no concuerda con los demás decimos que la persona es un Intersexo (está entre los dos sexos). Por ejemplo, una persona nace con todos los parámetros correspondientes al sexo masculino (46XY cromosomas, testículos, pene, escroto, conductos deferentes y predominan los andrógenos), pero mentalmente se siente del sexo femenino (su cerebro es femenino), es decir, mujer, decimos que es un Intersexo, porque uno de los parámetros, el psicológico, el cerebro no es concordante con los demás. Ello podría ocurrir con otros parámetros, como por ejemplo tener 46 XY, tener testículos, aunque en el abdomen (no descendidos) y vagina, aunque poco desarrollada, también diríamos que es un Intersexo (seria lo que se llama “síndrome de Morris o feminización testicular”). Es decir que todo individuo en el que alguno de los factores que determinan el sexo no es concordante con los demás es un Intersexo, no es masculino ni femenino, y ello simplemente porque la naturaleza es así. No obstante, debemos dejar muy claro que a veces aparecen pequeñas malformaciones congénitas del aparato genital, sea femenino o masculino, que no pueden considerarse como discordancia con los demás parámetros que determinan el sexo. Por ejemplo, una niña que nace con imperforación del himen o una pequeña hipertrofia de clítoris o labios menores de la vulva. Son mínimas anomalías que se resuelven fácilmente. 

Por tanto, si un ser nace con aparato genital masculino (genotipo y fenotipo totalmente masculinos), pero psicológicamente se siente mujer (su orientación sexual es femenina, su cerebro le hace sentir atracción hacia su mismo sexo), y se opera para extirparle su aparato genital y hacerle una vagina artificial quirúrgicamente (cuya funcionalidad será más o menos aceptable), y después inundarle de hormonas femeninas para que se feminice, no podemos decir que ya es de sexo  femenino,  puesto que no tendrá vulva, útero, trompa de Falopio, ovario, y seguirá llevando el cromosoma Y, mientras viva, aunque su orientación sexual sea femenina. Solo han modificado sus genitales mediante la cirugía, y su cuerpo mediante las hormonas. Podremos tratarle en todos los aspectos legales como mujer, pero nada más. No es, ni nunca será, una mujer, siempre, mientras viva será un Intersexo, y decirle que tras la operación ya es una mujer es mentirle. No obstante, si con ello se sienten felices pues yo me alegro, porque no deseo la infelicidad a nadie, pero no se puede cambiar de sexo. Y esto no es ir contra los que se denominan transexuales, es simplemente decir la verdad científica.

El sabio Cicerón dijo: “Así como nada es más hermoso que la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad”. 

Pues eso tan vergonzoso-naturalmente para el que tenga vergüenza-es lo que habitualmente hacen  los Lobys de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales (GLBT),  los de la Ideología de Género, lo que  la ministra Irene Montero ha hecho con la ley Trans, y la directora de ese IES que ha suspendido de empleo a un profesor por decir la verdad científica. Por cierto, es incorrecto hablar de genero para referirnos a los humanos (en general a los animales). Los seres humanos tenemos sexo, (masculino, femenino, intersexo) y genero tienen las cosas; por ejemplo, podemos decir el cuchillo (género masculino) o la cuchara (género femenino), por mucho que se empeñen los de la Ideología de género, pero no pueden cambiar las leyes de la naturaleza simplemente cambiando una palabra; están degradando el castellano, idioma más rico del mundo. Y es que estos progres cuanto saben leer y escribir de forma pasable, ya se creen sabios en todo. Claro que siempre ha sido así, cuanto más ignorante y necia es una persona más sabia se cree. Ello me recuerda la frase de don Miguel de Unamuno, “Lo sabe todo, absolutamente todo. Figúrense lo tonto que será”.

Así pues, ministra Montero, directora del IES que ha expedientado al profesor J.B.L., personas que defienden la ley Trans, toda la gente que vive de la industria de la Ideología de género, no sé cuál es su verdadero sexo, no conozco el lucro que les supone defender lo que defienden ni porqué lo hacen, pero no pueden cambiar las leyes de la naturaleza a su conveniencia, simplemente mediante la semántica. Caben dos posibilidades: o se creen lo que dicen, en cuyo caso su mente no funciona bien, o lo dicen por interés particular del tipo que sea (generalmente enriquecerse)

Esa es la verdad, y la verdad puede que moleste a alguien, pero es la verdad y nadie la puede cambiar.

Los homosexuales, los llamados transexuales, los bisexuales merecen todo nuestro  respeto, nada tenemos contra ellos. No tienen la culpa de haber nacido así, como tampoco la tiene el que nace diabético o miope, pongamos como ejemplos. Deben tener los mismos derechos y deberes que los demás, debemos ayudarles cuanto podamos para que tengan una vida lo más feliz posible, pero la felicidad, como pensaba el escritor y científico alemán, Goethe, se fundamenta en la moderación, y para Aristóteles solo se logra a través de la virtud y no de los placeres materiales, justo lo contario de lo que hacen muchos homosexuales, especialmente los que van a las orgias del orgullo gay. Deben ser respetados si respetan, cosa que no siempre ocurre, porque con frecuencia, en el día del orgullo gay y en otros días, suelen tener palabras y hechos insultantes para quien no piense como ellos, y muy especialmente en contra de la Iglesia. Tal vez no se dan cuenta de que, con esas orgias, esas bacanales de sexo, de alcohol y otras drogas, en plena calle, a ojos vista de mayores y menores, están manifestando la parte salvaje, puramente irracional, bestial, que llevan dentro, lo que les hace caer completamente en lo más bajo, en la total amoralidad e indignidad. Conozco homosexuales que cuando ven todas esas imágenes en la TV dicen que sienten profunda vergüenza ajena, que se comportan como verdaderos animales salvajes, y no quieren saber nada de ellos. 

Creemos obligado señalar que, en España, muchas autoridades, los grupos feminazis, los de la ideología de género, o mejor dicho los de “la industria de la ideología de género”, puesto que se enriquecen con ello, les alientan a hacer esas barbaridades que hacen, y llevar esa vida entregada a los más bajos instintos que imaginarse pueda. 

Lo que se está haciendo en España con muchos niños en los colegios, induciéndoles hacia la homosexualidad y a solo buscar en el sexo el placer es un crimen que algún día lo tendrán que pagar.

Bueno, pues a la ministra Irene Montero le parece poco y por eso quiere sacar su Ley Trans que va más lejos todavía. Eso pasa por dar poder político a cualquier persona descerebrada, y en el gobierno de España hay muchas.

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